2021 mayo – «Pentecostés: cuando los sueños se construyen juntos»

Queridos hermanos y hermanas:

Os felicito ya Pentecostés: «Ven, Espíritu Santo, y renueva la faz de la tierra». El domingo 23 de mayo celebramos, con alegría y gratitud, el misterio divino que dio el impulso definitivo a la Iglesia misionera. Por eso se fija en esta solemnidad el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, este año bajo el lema «Los sueños se construyen juntos».

Continuamos desarrollando el Congreso de laicos 2020 que se vivió como un renovado Pentecostés de la Iglesia que peregrina en España, “Pueblo de Dios en salida”. Los obispos de la Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida explican que el lema de la Jornada de 2021 está tomado del número 8 de la encíclica Fratelli tutti. Allí, el papa Francisco nos recuerda que «nadie puede pelear la vida aisladamente […] Se necesita una comunidad que nos sostenga […] ¡Qué importante es soñar juntos! […] Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos» (FT 8).

El Papa nos revela este horizonte de unidad como un hermoso secreto para soñar y hacer de nuestra vida una hermosa aventura, no solo los discípulos misioneros de Jesús, sino toda la humanidad. Bien está que lo contemplemos como horizonte que brinda el Espíritu Santo sobre toda la tierra.

Para nuestra Iglesia particular, en esta situación de distancias físicas, de restricciones de aforos y convocatorias diocesanas que hemos vivido y viviremos todavía un tiempo, podemos hacernos más conscientes de la importancia y necesidad de la dimensión comunitaria de nuestra fe.

Ojalá experimentemos el anhelo por el gozo de estar unidos, de sentirnos miembros de la Iglesia universal a través de la diócesis y de la comunidad cristiana de pertenencia más inmediata. Ojalá deseemos descubrir juntos los sueños de Dios para hacerlos nuestros. Cada uno en su vocación —laicos, pastores, consagrados—, al servicio de su comunidad, de la diócesis, de la Iglesia en España y en el mundo.

Esta Jornada, celebrada en la fiesta de Pentecostés, es un don para la Iglesia entera y un recuerdo renovado de su dimensión misionera. Todos los miembros del pueblo de Dios nos congratulamos con los laicos en este día en el que se evoca su compromiso apostólico. Nos sumamos ministros ordenados y personas consagradas estrechando los lazos de fraternidad y comunión para que el mundo crea el mensaje de Cristo Resucitado (cf. Jn 17,21). Nuestro anuncio lleva el impulso extraordinario del Espíritu Santo sin el que nada comprendemos ni podemos hacer y con el que es posible la comunión para la misión en toda circunstancia, a tiempo y a destiempo.

Vivamos con intensidad y verdadero compromiso de anuncio cristiano la próxima fiesta de Pentecostés. Dejémonos llevar por el Espíritu para que crezca el compromiso misionero de los laicos por medio de los movimientos, las asociaciones y cofradías, la Acción Católica y la entrega de tantas personas en cada parroquia, cada grupo y cada servicio apostólico. Todas ellas, desarrollando su vocación laical, contribuyen a la comunión eclesial con actitud de discernimiento y sinodalidad.

Permanezcamos unidos en oración con María, la Virgen del Camino, esperando la venida del Espíritu Santo. Y salgamos al encuentro de tantas personas que necesitan conocer y gozar el encuentro dador de vida de Jesucristo en el Espíritu Santo.

¡Feliz Pentecostés! Acojamos los sueños de Dios para que sean nuestros sueños de Iglesia misionera.

Con mi afecto y bendición.

 Luis Ángel de las Heras, cmf
Obispo de León