Queridos hermanos y hermanas:
Cerca de doscientos jóvenes de nuestra diócesis de León peregrinarán a Portugal entre el 26 de julio y el 6 de agosto próximos para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2023, con el lema «María se levantó y partió sin demora» (Lc 1,39). Damos gracias a Dios, oramos por ellos, les manifestamos nuestro apoyo y los acompañamos, pues viajaremos también a Portugal sacerdotes, monitores y el obispo de León. El día 25, festividad de Santiago apóstol, celebraremos la Eucaristía de envío a la JMJ en la catedral de León.
Sin duda, es un momento extraordinario que ayudará a nuestros jóvenes a vivir ordinariamente su vida cristiana con la fuerza comunitaria de la Iglesia que camina sinodalmente, como se va a descubrir en los encuentros de Portugal durante los días en las diócesis y en las jornadas finales del evento en Lisboa. Aprovechemos la ocasión todos los diocesanos para invitar a los jóvenes de León a conocer y formar parte de esta «familia juvenil» llena de vida que seguirá reuniéndose a orar y compartir inquietudes y esperanzas los últimos viernes de cada mes. Ya hemos anunciado la primera vigilia del nuevo curso el próximo 29 de septiembre a las 20,30 h. en la iglesia de san Marcelo.
Durante la JMJ en Portugal, como un eco del mensaje del papa Francisco a los jóvenes en 2021, nuestros jóvenes peregrinos, en nombre de Cristo vivo, serán exhortados a levantarse para testimoniar su experiencia como el ciego que ha encontrado la luz, que ha visto el bien y la belleza en Dios, en los otros y en la comunión de la Iglesia que vence toda soledad. Levantarse para testimoniar que el amor y el respeto puede instaurarse en las relaciones humanas, en la vida familiar, en el diálogo entre padres e hijos, jóvenes y ancianos. Los jóvenes recibirán la invitación a levantarse y defender la justicia social, la verdad, la honradez, los derechos humanos; a los pobres, a los que no tienen voz, a los inmigrante y refugiados. Encontrarán la llamada a ponerse en pie y dar testimonio de la mirada que permite ver la creación con ojos maravillados y descubrirla como casa común. Una mirada evangélica que da el valor de defender la ecología integral. Asimismo, los jóvenes escucharán la exhortación a levantarse y testimoniar que las existencias fracasadas pueden ser reconstruidas, que quienes están en la cuneta, muertos en el espíritu, pueden resurgir, que los esclavos pueden alcanzar la libertad, que los oprimidos por la tristeza pueden encontrar la esperanza.
En definitiva, escucharemos el grito del Espíritu que nos impulsa a levantarnos y testimoniar con alegría que Cristo vive y podemos difundir su mensaje de amor y salvación en todo momento y lugar. Con nuestros hermanos y hermanas jóvenes buscaremos cómo comprometernos a cuidar la creación, a construir la amistad social y a experimentar la misericordia de Dios.
Que se llene de alegría y esperanza nuestro corazón ante este acontecimiento y ante todas las iniciativas en las que los jóvenes están llamados a ser protagonistas de su historia de fe, de su relación con Jesucristo, de su pertenencia a la Iglesia y de su feliz entendimiento con los mayores. Precisamente celebraremos la IIIª Jornada Mundial de los Abuelos y Mayores el 23 de julio, con el lema «Su misericordia se extiende de generación en generación» (Lc 1,50) evocando el encuentro entre la joven María y la anciana Isabel, que nos lleva a bendecir a Dios por el vínculo entre los jóvenes y los ancianos, cuyas jornadas mundiales este año se acercan en las fechas. Dejémonos llevar de los ríos de la alegría para levantarnos y caminar dando testimonio de Cristo vivo.
Con mi afecto y bendición.
✠ Luis Ángel de las Heras, cmf
Obispo de León