✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
Querido D. Luis, hermanos canónigos de san Isidoro, autoridades, hermanos y hermanas.
Tres palabras pueden glosar este acto de comienzo del servicio como Abad de D. Luis García Gutiérrez en torno a Jesucristo presente en la Eucaristía, centro de este lugar de Dios en la diócesis de León: gratitud, fraternidad y sabiduría.
La Eucaristía es la mayor acción de gracias que podemos celebrar. Desde ahí, todo el agradecimiento a D. Francisco Rodríguez Llamazares por sus años de dedicación en esta basílica-colegiata.
Gratitud también hacia los canónigos que con su vida y dedicación sostienen san Isidoro. Junto a ellos, el agradecimiento a todas las asociaciones que tenéis aquí vuestra sede y, por supuesto, el agradecimiento a D. Luis por aceptar este servicio. Será servidor de la Eucaristía, manantial de acción de gracias.
La Eucaristía es también banquete del amor fraterno. San Isidoro de León es, y debe ser cada vez más, escuela de fraternidad tal y como la celebración eucarística nos invita y compromete a hacerlo. Fraternidad entre los canónigos, entre todos los miembros de las asociaciones, entre todos los fieles que frecuentáis este templo. D. Luis será también servidor de la Eucaristía, banquete de la fraternidad.
Por último, la Eucaristía es fuente de la sabiduría. San Isidoro, doctor de la Iglesia, cuyo cuerpo se venera aquí, nos muestra, como Juan el Bautista, al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. La escucha de las Sagradas Escrituras, sus comentarios, la comprensión y vivencia del misterio eucarístico nos avocan a pedir el don de la sabiduría para ver cada vez más a los hermanos y a todas las cosas con los ojos de Dios. Ojos de sabiduría con los que queremos contemplar la historia, representada en el panteón real, para aprender a mirar al futuro con esperanza. D. Luis será también servidor de la Eucaristía como fuente de la sabiduría que ha de dimanar de san Isidoro.
Oremos por el nuevo Abad para que sea un servidor fiel y solícito de la Eucaristía como acción de gracias, banquete de amor fraterno y fuente de sabiduría.