✠ Luis Ángel de las Heras, cmf
Obispo de León
Aquí estamos, Señor. Queremos descubrir tu llamada para responder a la altura de tu amor por la humanidad entera.
Es un motivo de alegría y esperanza descubrir la llamada que el Señor nos ha estado haciendo desde siempre. Es un motivo de alegría y esperanza reconocer que, aunque nos sintamos insignificantes, el Señor es quien actúa a través de nosotros para realizar la misión. Sin duda, Él pone sus palabras en nuestra boca y nos envía como discípulos misioneros capaces de colaborar en su obra de salvación como nunca hubiéramos imaginado.
Admirados por este milagro que obra el buen Dios, no podemos sino bendecirle porque nos aconseja, nos instruye internamente si sabemos entrar en el corazón y escuchar su voz. Ahí se produce la alegría interior que hace palpitar con fuerza y al mismo tiempo experimentar la paz de la confianza en el Maestro.
Esta paz confiada nos lleva a seguir a Jesús y querer estar con él, conocer dónde vive, cómo vive, de dónde procede su fuerza transformadora, qué hay que hacer para ser partícipe activo de su misión. Él, escuchando nuestras inquietudes sanas, escudriñando nuestro deseo de servir, nuestra actitud de lavatorio con los hermanos, nos dice con semblante sereno: “Venid y veréis”. Una invitación en total libertad.
Aceptar su invitación con la misma libertad con la que Él nos la ha hecho, nos permite conocer lo que buscaba nuestro corazón inquieto. Quedándonos con el Maestro recibiremos la misión, un nuevo nombre, una nueva y apasionante vida.
Es la historia vocacional, que ojalá todos los discípulos misioneros de Jesús sepamos construir por nuestro propio bien y el de la humanidad.
Es la historia de Javier que hoy se plasma en la admisión al Orden Sagrado que has pedido libremente. Para adentrarte en la casa del Señor, para ir y ver con más profundidad el significado del nuevo nombre que Jesús te invita a tomar por el don del sacramento del orden. El rito de admisión al Orden sagrado hoy te permite vislumbrar la participación en el sacerdocio ministerial de Cristo.
A partir de hoy, en tu vida cotidiana, viviendo cada vez más cerca del Maestro, irás conociendo más profundamente el nombre nuevo que Jesús te invita a tomar. Un nombre que implica una misión preciosa de total entrega y disponibilidad para servirle a Él y a los hermanos.
Damos gracias a Dios porque respondes a su llamada y oramos por ti para que sepas fortalecerte en el Señor, te abras a su Palabra que siempre es palabra de vida y verdad, experimentes el gozo de vivir en la casa del Maestro y todo lo que recibas estés dispuesto a compartirlo y multiplicarlo con cuantas personas estén o aparezcan en el camino de tu vida, de modo que se encuentren con Jesucristo, como tú, le sigan y busquen dónde vive. El Maestro no se cansa de invitar, no nos cansemos nosotros de buscar y caminar tras sus huellas.
Javier, que sientas la mediación y el auxilio de la Virgen del Camino y san Froilán para continuar los pasos del seguimiento de Cristo en esta preciosa vocación ministerial para servir como padre y hermano a todos sin distinción, pero especialmente a los pobres y a quienes sufren.