TESTIGOS DE LA CRUZ
✠ Luis Ángel de las Heras, cmf
Obispo de León
Contemplemos la Cruz de Cristo. Necesitamos que ilumine las circunstancias de nuestra vida personal y eclesial. Necesitamos entender este momento de la historia contemplando la cruz. Fijémonos en la paciencia y la humildad de Dios, especialmente en el relato de la pasión de Jesús. Hagamos nuestra su paciencia, que nos salva. Hagamos nuestra la humildad de quien aprendió sufriendo a obedecer para recorrer el camino de la cruz a la luz.
Contemplemos al Crucificado. Su aspecto provoca estupor y espanto, sin figura, sin belleza, varón de dolores; es desecho humano ante quien se vuelve el rostro, despreciado y descartado. Como hacemos con muchos seres humanos, hermanos nuestros, con quienes Cristo comparte su cuerpo desfigurado y cuyos ojos son los del crucificado, clamando por tener vida.
Contemplemos el Calvario al pie de la Cruz. Descubramos la gracia que está en el fondo de la pena y la salud en las heridas. Del costado de Cristo nace la Iglesia y brota a borbotones la misión. Mirando a la cruz, aprendamos a ser discípulos misioneros del Crucificado, testigos de su cruz, porque en ella, árbol de la vida único en nobleza, el Hijo de Dios devuelve la esperanza de toda salvación, honor y gloria. Que así sea este Viernes Santo.