Miércoles de Ceniza – Cuaresma 2022

  • La Diócesis se suma a la Jornada de Ayuno por la Paz convocada por el Papa Francisco en el Miércoles de Ceniza que abre el Tiempo de Cuaresma
  • El obispo Don Luis Ángel preside mañana 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, en en altar mayor de la Catedral a las 18 horas la misa estacional que abre este Tiempo Litúrgico

(Ver eucaristía Catedral – Canal diocesano YouTube)

El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, presidirá mañana miércoles día 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, la misa estacional en el altar mayor de la Catedral a las 18 horas con la que se dará inicio en toda la Diócesis a la Cuaresma. Una celebración eucarística en una jornada de ayuno y abstinencia, que este año, de manera especial, también será una “Jornada de ayuno por la paz” siguiendo la convocatoria que hacía el Papa Francisco el pasado jueves día 24 pocas horas después de que se iniciara el conflicto bélico en Ucrania.

“SEAMOS PACÍFICOS Y PACIFICADORES”

Según el Papa Francisco “Jesús nos enseñó que a la insensatez diabólica de la violencia se responde con las armas de Dios, con la oración y el ayuno” y por eso “invito a todos a que el próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, hagan una Jornada de ayuno por la paz. Animo de manera especial a los creyentes para que ese día se dediquen intensamente a la oración y el ayuno. Que la Reina de la Paz preserve al mundo de la locura de la guerra”, un llamamiento al que se sumaba el obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, quien ha pedido que “oremos por la paz, ayunemos de toda violencia y seamos pacíficos y pacificadores como discípulos del Príncipe de la Paz”.

Con esa intención especial se celebrará mañana el ritual del Miércoles de Ceniza sin la limitación de aforo que el año pasado, por causa de la pandemia, restringía a solo 25 personas el número máximo de fieles en cada templo, al tiempo que se modificaba la liturgia de manera que “pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: «Convertíos y creed en el Evangelio», o bien: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás». Tras ello, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada”. Esas indicaciones restrictivas prescritas en 2021 desde la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede serán aligeradas mañana en un Miércoles de Ceniza que recupera el ritual ordinario, eso sí todavía con la obligación del uso de mascarilla en el interior de los templos, pero ya sin la limitación de aforo. En este sentido, según el vicario general de la Diócesis, Luis García, “la situación actual de pandemia parece indicar que no hay razones objetivas por las que este rito haya de ser omitido, siempre y cuando se mantengan las mismas precauciones que se adoptan para distribuir la Comunión sacramental: higiene de las manos con gel hidroalcohólico y mascarilla tanto para el sacerdote como para el fiel que se acerca”.

CARTA PASTORAL

Y en medio de estas circunstancias todavía marcadas por la pandemia, ante la Cuaresma que mañana se inicia el obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, ha hecho pública una carta pastoral inspirada por el mensaje el Papa Francisco para esta Cuaresma 2022 “No nos cansemos de hacer el bien”, y en la que bajo el título “Cuaresma para hacer el bien” sitúa su reflexión en el contexto que marca el conflicto bélico en Ucrania para afirmar que “en esta hora, cuando el mundo crece lamentablemente en guerras, crispación y discordia, oremos serenamente por la paz, ayunemos de toda forma de violencia interior y exterior y seamos generosos en limosnas de reconciliación, perdón y caridad con los demás. No nos cansemos de orar, ayunar y dar limosna; de hacer el bien a los próximos, especialmente si están heridos en el camino de la vida. Busquemos y dediquemos tiempo a quien está necesitado, solo, indefenso, abandonado…”.

Un mensaje cuaresmal en el que el pastor diocesano de León subraya que esta “Cuaresma de 2022 llega en un momento en el que la propuesta de sembrar el bien se alza como un hermoso y necesario propósito cuaresmal haciendo frente al mal, que siempre trae cansancio y amargura. Dispongámonos a abandonar el pecado. Nos sobran granos nocivos de avidez, soberbia, maledicencia, rigidez, juicios de valor, acepción de personas, violencia…” para concluir con una exhortación a todos los diocesanos de León para “que sea firme nuestra determinación, porque es fuerte la tentación de diseminar malas semillas de muerte en lugar de esparcir las buenas simientes del bien y de la vida”.