Manos Unidas lanza la 65ª campaña contra el hambre desde el lema ‘El efecto ser humano’

  • Mañana viernes 9 a las 19:30 h. la Parroquia de San Marcelo acogerá la eucaristía presidida por el obispo Luis Ángel en el Día del Ayuno Voluntario; y el domingo 11 colecta especial en todas las parroquias  en la Jornada Nacional de Manos Unidas

Manos Unidas ponía en marcha esta semana la 65ª Campaña contra el Hambre con el lema ‘El efecto ser humano’ y desde la delegación diocesana de la ONG de la Iglesia especializada en proyectos de desarrollo en los países del Sur se ha organizado un programa de actividades que se iniciaba ayer con la presentación de esta nueva campaña en un acto público que conducía la presidenta de la delegación de Manos Unidas en León, Rosa María Pereira, y que contaba con el testimonio del religioso hermano de La Salle, Manuel Carreira, misionero durante muchos años en África y colaborador de distintos proyectos de desarrollo apoyados desde Manos Unidas.

AYUNO VOLUNTARIO Y JORNADA NACIONAL

Para mañana viernes día 9, en la Jornada del Ayuno Voluntario, a las 19:30 horas en la Parroquia de San Marcelo se ha organizado una eucaristía que presidirá el obispo de León, el Padre Luis Ángel de las Heras, que al concluir dará paso a un acto público de apoyo al Ayuno Voluntario y a la lectura del manifiesto de esta  65ª campaña contra el hambre. Y ya el próximo domingo día 11, en la Jornada Nacional de Manos Unidas, todas las parroquias de la Diócesis acogerán la colecta especial a beneficio de Manos Unidas. Además de la posibilidad de hacer aportaciones en la colecta del domingo en favor de esta 65ª Campaña contra el Hambre, este año, es posible también realizar las aportaciones por vía telemática desde la página web www.manosunidas.org o por transferencia bancaria en la cuentas de Manos Unidas León.

CONTRA LA DESIGUALDAD, POR LA DIGNIDAD

Desde la delegación de Manos Unidas en León, su responsable Rosa María Pereira hace “un llamamiento para luchar por la dignidad de las personas, sobre todo las más desfavorecidas, y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo, donde se reduzcan las desigualdades que condicionan la vida de muchos millones de personas”. Para Rosa María Pereira resulta clave “reforzar nuestro compromiso en la lucha contra el hambre y contra esa desigualdad que se ha convertido en la mayor amenaza a nivel mundial”, por lo que anima a que “esas manos que abrazan, que sostienen, que trabajan, que son un elemento con mucha fuerza que todos usamos, que ponemos en marcha cuando hablamos de ayudar, sean las que tengan el protagonismo en esta campaña que quiere generar esperanza, porque combatir y frenar la desigualdad no es cosa de otros, depende de cada uno de nosotros porque somos la única especie capaz de cambiar el planeta”.

Y en esta misma línea, el obispo Luis Ángel de las Heras, en la carta pastoral con motivo de esta Jornada Nacional de Manos Unidas del próximo domingo, reflexiona a partir de ese lema ‘El efecto ser humano’ sobre el hecho de que seamos “la única especie capaz de cambiar el planeta lo hace provocando su degradación y consecuente destrucción. La casa común, la madre tierra, es don de Dios para que toda la humanidad viva dignamente y alcance su plenitude”. A partir de esas consideraciones, el obispo Luis Ángel, remarca la urgencia de que “tomemos mayor conciencia y hagamos lo necesario para que nuestro efecto en la tierra no sea devastador, sino cuidadoso y responsable en la protección de la casa común. Quizá tengamos que comenzar por superar la insistencia en restar importancia o despreciar la cuestión. El mundo necesita transformaciones profundas y duraderas por el bien del planeta y, por tanto, cambios en las rutinas despreocupadas de cada persona y de la sociedad. Es otra dimensión más del proceso de ‘caminar juntos’, sinodalmente, como queremos hacer en la Iglesia, buscando encuentros y procurando sinergias entre nosotros y con otros”.

DIGNIDAD DE LAS MUJERES EN GUATEMALA

Y entre esos compromisos concretos por el bien común desde la delegación diocesana de Manos Unidas se subraya un proyecto con el que las parroquias de la Diócesis de León se sienten especialmente cercanas y en el que han colaborado en los dos últimos años: un plan de dignificación de la condiciones de vida de las mujeres en ocho asentamientos urbanos en una parroquia de Ciudad de Guatemala, del que participa como socio local el sacerdote misionero leonés, del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), Jesús Rodríguez, para mejorar las condiciones socioeconómicas de las mujeres y sus familias en el entorno de la parroquia de la capital guatemalteca de Nuestra Señora de las Victorias, fortaleciendo su formación, su capacitación y el acompañamiento, con intervenciones que ya en los últimos seis años han permitido que 166 mujeres hayan aprendido a elaborar artesanalmente productos de limpieza, higiene y aseo personal, también a preparar velas, mermeladas, habilidades en corte y confección, lo que les ha facilitado la obtención de ingresos familiares para reducir su situación de pobreza, mejorar su calidad de vida, sus habilidades y su papel de liderazgo de manera que se reconozcan como sujetos de derecho y puedan fortalecer su entorno familiar y social, marcado por la violencia y el machismo”.