IX Celebración diocesana Bodas de Oro y Plata Matrimoniales

  • La IX Celebración diocesana de Bodas de Oro y Plata matrimoniales remarca el testimonio de cómo “es posible vivir el amor para siempre” y ser “sal de la tierra y luz del mundo”
  • La Diócesis rinde homenaje con una eucaristía de acción de gracias en la Parroquia de San Marcelo a 31 matrimonios que este año conmemoran sus 25, 50, 60 y 65 años de vida compartida y de fe en el sacramento del matrimonio

La Diócesis de León ha rendido hoy homenaje a los matrimonios que en este año 2022 celebran su 25 y 50 años de vida compartida y de fe. Un homenaje  que ha promovido el Área de Pastoral Familiar y Promoción de la Vida Humana en esta ‘IX Celebración Diocesana de Bodas de Oro y Plata Matrimoniales’ y que ha acogido la Parroquia de San Marcelo con una eucaristía que ha presidido el delegado de Evangelización Misionera, Jesús Miguel Martín, quien ha excusado la ausencia del obispo, el padre Luis Ángel de las Heras, y ha trasladado a todos los matrimonios participantes el mensaje de felicitación en nombre del pastor diocesano: “Hoy la Diócesis de León celebra y se alegra con estas familias que son una representación de todas las familias que caminan juntas y unidas día a día, año tras año.”.

«AMOR PARA SIEMPRE»

En la monición de entrada al inicio de la eucaristía se destacó que “nos hemos reunido aquí matrimonios venidos de distintas parroquias para celebrar las bodas de plata (25 años), de oro (50 años) e incluso alguno de bodas de diamante (60 años) y platino (65 años) de matrimonio haciendo realidad que es posible vivir el amor para siempre, hasta que la muerte nos separe, no sin haber tenido que superar etapas, crisis, enfermedades y muchas alegrías proporcionadas por la convivencia continua y la crianza de los hijos…Celebremos la ALEGRÍA del amor que se vive en las familias, que es también el júbilo de la Iglesia”.

TESTIMONIO DE AMOR

En su homilía, el delegado de Evangelización Misionera, Jesús Miguel Martín, quiso subrayar el “carácter especial de esta celebración y por eso damos gracias a Dios, desde ese amor que nos profesamos como cristianos entre nosotros y especialmente desde el sacramento del matrimonio”. “En este dar gracias a Dios está el haber sentido en numerosas ocasiones el apoyo del Señor en vuestro matrimonio para seguir adelante”, subrayó Jesús Miguel Martín para apuntar el carácter “de cierta anomalía a nivel social de esta celebración porque esto de profesarse el amor para siempre no está de moda, desde los medios de comunicación se ha destacado el descenso del sacramento del matrimonio, pero Dios lo puede todo, Dios nos hace capaces de cosas desmedidas a nuestras fuerzas y éste es un ejemplo: hoy celebrar estas bodas de oro y plata matrimoniales es un auténtico testimonio, es ser luz y ser sal, hoy resulta insólito esta celebración y no es usual porque lo que se lleva hoy y se intenta normalizar son las rupturas. Por eso tenéis redoblados motivos para darle gracias a Dios porque vosotros sois la sal de la tierra y vosotros sois la luz del mundo, y es importante poner un poco de sal y un poco de luz en nuestro contexto social y cultural, aquí y ahora es donde tenemos que ser luz y sal. Esos largos años de vida de amor y de empeño, de amor fecundo, os hacen luz y sal, os hacen Evangelio vivo en medio de nuestro mundo, que quien os vea descubra que existe un Dios que es amor”.

Tras recibir la ‘Bendición de los esposos’ para concluir la celebración, el grupo de 31 matrimonios que  hoy han participado en esta ‘IX Celebración Diocesana de Bodas de Oro y Plata Matrimoniales’ han recibido el saludo personal de delegado Jesús Miguel Martín, quien les ha entregado a modo de obsequio una tarjeta de recuerdo de la celebración y un obsequio que contenía la edición de la exhortación ‘Amoris laetitia, sobre el amor en la familia’ del Papa Francisco.