José Román Flecha Andrés (Diario de León, 26-III-2023)
Al recordar la Anunciación del Señor a María peregrinamos espiritualmente hasta Nazaret y visitamos la Basílica de la Anunciación. En la gruta de la Virgen, una inscripción grabada sobre el mármol del frontal del altar nos recuerda: “Aquí el Verbo de Dios se hizo carne”.
1.- Ya al siglo IV se remonta el mosaico que se encuentra en San Salvador in Chora, en Estambul, en el que el ángel sorprende a María cuando se dirige al pozo con un cántaro en la mano. Y del siglo XII proviene el mosaico de la Anunciación que se ve en la basílica romana de Santa María in Trastevere.
Evocamos la Anunciación del siglo XII que se encuentra en el Panteón de Reyes de la Colegiata de San Isidoro, en León, así como las esculturas góticas de las jambas de la portada norte de la Catedral.
El tema ha sido representado por Giotto, Fra Angelico, Leonardo da Vinci, Caravaggio y Lanfranco. Y, entre nosotros, por Berruguete El Greco, Zurbarán, Lanfranco, Murillo, Francisco de Goya, Salvador Dalí o Kiko Argüello.
2.- Según san Juan de Ávila este día podría calificarse como “día del remedio del mundo”, así como “día de redención de cautivos”, o bien “día de desposorios” o “día de dar grandes limosnas”. Y a continuación ponderaba cuán grande es la gracia que hoy recibió el mundo.
3.- Reflexionando sobre el significado de la fiesta de la Anunciación del Señor, el papa san Pablo VI escribe que “María, como la nueva Eva, virgen fiel y obediente, con su fiat generoso se convirtió, por obra del Espíritu, en Madre de Dios y también en verdadera Madre de los vivientes, y se convirtió también, al acoger en su seno al único Mediador, en verdadera Arca de la Alianza y verdadero Templo de Dios”.
4.- En su encíclica sobre la Madre del Redentor, san Juan Pablo II subrayaba que “el donarse salvífico que Dios hace de sí mismo y de su vida en cierto modo a toda la creación, y directamente al hombre, alcanza en el misterio de la encarnación uno de sus vértices”.
5.- Más recientemente, el papa Francisco se ha referido a la Anunciación a María para invitarnos a reflexionar sobre su oración: “María está en oración, cuando el arcángel Gabriel viene a traerle el anuncio a Nazaret… No hay mejor forma de rezar que ponerse como María en una actitud de apertura, de corazón abierto a Dios: “Señor, lo que Tú quieras, cuando Tú quieras y como Tú quieras”. Es decir, el corazón abierto a la voluntad de Dios. Y Dios siempre responde”.
Una vida entera no nos bastaría para contemplar la magnitud de este acontecimiento que ha cambiado la suerte de la historia humana. Que esta fiesta nos descubra el sentido de la Anunciación a María. Y que ella nos ayude a ser humildes testigos y portadores de este motivo de esperanza para todos nuestros hermanos.