Los seminaristas de León, con el Papa León XIV: “Hay que ser valientes y no tengan miedo”

  • Las comunidades de los dos seminarios diocesanos, San Froilán y Redemptoris Mater Virgen del Camino, participan en Roma en el Jubileo de los Seminaristas acompañadas por el obispo Luis Ángel

Las comunidades de los dos seminarios diocesanos, Seminario Mayor San Froilán y Seminario Redemptoris Mater Virgen del Camino, han participado desde el pasado lunes y hasta ayer jueves en el programa de actos del Seminario de los Seminaristas que se ha desarrollado en Roma en el marco del Año Jubilar ‘Peregrinos de Esperanza’, en esta semana que también ha incluido el Jubileo de los Obispos y el Jubileo de los Sacerdotes. Ayer jueves concluían esas tres citas jubilares con una vigilia vocacional en la Plaza de San Pedro a la que acudían los seminaristas de León acompañados por el obispo Luis Ángel, que ha puesto el broche a un programa de actividades que se ponía en marcha este pasado lunes con la Adoración Eucarística que acogía la capilla del Pontificio Colegio Español de Roma.

FIRMA DEL PAPA

El martes todos los seminaristas leoneses tenían ocasión de participar en una audiencia con el Papa León XIV en la que el pontífice ofrecía una meditación que comenzaba con un mensaje de agradecimiento por la alegría y energía de los seminaristas de todo el mundo porque, según afirmó, “sois la llama de la esperanza en la vida de la Iglesia”. Entre esos seminaristas se encontraba Víctor Moreno, del Seminario Mayor San Froilán, que asegura haber “vivido una gran alegría al poder haber peregrinado los dos seminarios de la Diócesis y al poder haber tenido ese encuentro con el Papa León”, y recuerda que “al pasar el Papa vio la camiseta polo que hemos hecho con motivo de este Jubileo, y cuando salía tuvimos la gran suerte de que se paró con nosotros y nos dio su autógrafo y estuvo con nosotros, y yo creo que recordó sus visitas a León porque reconoció la silueta de la Catedral en esas camisetas”.

En un momento de esa meditación de la audiencia del martes el Papa León XIV hizo uso de la lengua española para expresar su reconocimiento por aquellos que “han aceptado con valentía la invitación del Señor a entrar en el seminario. Hay que ser valientes y no tengan miedo”. “El seminario, sea cual sea su concepción, debe ser una escuela de afectos. Hoy en particular, en un contexto social y cultural marcado por el conflicto y el narcisismo, necesitamos aprender a amar y a amar como Jesús”, añadió el Santo Padre.

INTERIORIDAD Y ESPÍRITU SANTO

Y en ese sentido, el pontífice hizo especial hincapié ante todos los seminaristas en la necesidad de la oración para llegar “a la interioridad”, sobre todo “en una época en la que estamos hiperconectados y se hace cada vez más difícil experimentar el silencio y la soledad”. De ahí que invitara a todos los seminaristas a “invocar con frecuencia al Espíritu Santo, para que moldee en ustedes un corazón dócil, capaz de captar la presencia de Dios, también escuchando las voces de la naturaleza y el arte, la poesía, la literatura y la música, así como las ciencias humanas”, añadió León XIV.

El Santo Padre también animó a los seminaristas a “escuchar el clamor, a menudo silencioso, de los pequeños, los pobres y los oprimidos, y de muchos, especialmente los jóvenes, que buscan un sentido a sus vidas”, así como a rechazar “cualquier disfraz e hipocresía” dentro de los seminarios. “En un mundo donde a menudo hay ingratitud y sed de poder, donde a veces parece prevalecer la lógica del derroche, están llamados a ser testigos de la gratitud y la gratuidad de Cristo, del júbilo y la alegría, de la ternura y la misericordia de su Corazón”, concluyó el Papa León XIV.

Tras esa audiencia del martes con el pontífice en la Basílica de San Pedro, este Jubileo de los Seminaristas continuaba el miércoles con una celebración penitencial y eucarística en la Iglesia Nacional Española de Santa María de Montserrat, y la peregrinación conjunta a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro donde los seminaristas de León tenían ocasion de lucrar las gracias jubilares y vivir el momento culminante de un jubileo que según Víctor Moreno, “hoy, en esta solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, toma un especial significado para que los seminaristas, los futuros sacerdotes, nos configuremos con el corazón del Jesús y que a pesar de nuestras heridas y debilidades, trabajemos para evangelizar y anunciar el amor de Dios a todos”.