Liturgia Dominical – TANTO AMÓ DIOS AL MUNDO

Jesús Miguel Martín Ortega – (Diario de León, 03-VI-2023)

Desde los albores del pensamiento racional hasta nuestros días tres cuestiones interrogan al ser humano: el mundo, el hombre y Dios. De la misma manera que los seres posibles demandan la existencia de lo imposible, los seres contingentes reclaman la existencia del ser absoluto. Es verdad que al reflexionar sobre este ser absoluto la filosofía siempre ha sido consciente de sus propios límites, unos límites que se han ampliado sobremanera con el dato revelado.

Sobrecoge la intuición del cuarto evangelista al situar el acontecimiento de la salvación en el contexto del insondable amor de Dios: “Tanto amó Dios al mundo…” Efectivamente, sólo el amor podía dar lugar a la entrega del propio Hijo con el fin de que, todo el que lo acepte, tenga vida eterna.
Ese amor desmedido que está en el origen de nuestra salvación revela, al mismo tiempo, el misterio de Dios, su esencia más profunda: Más allá de los conceptos filosóficos, Dios se ha mostrado como ternura, acogida, misericordia, amor. No es un Dios frío y lejano, encumbrado sobre las nubes del cielo; al contrario, se ha abajado para ponerse a nuestra altura, para entrar en diálogo, para hacernos entender con nuestro propio lenguaje, para hacernos participar de su amor y darnos un futuro, con él, para siempre. Al hacerlo así, nos ha manifestado que es Trinidad, es comunidad de personas, que no puede hacer otra cosa que no sea amar. Por este motivo, esa comunidad de personas, que es la Trinidad, se abre a cada ser humano para invitarnos a integrarnos en dicha comunidad y participar de su misma vida divina. Nuestro futuro, el futuro de cada hombre o mujer, depende de su inserción en la Trinidad de Dios y en su amor desmedido.
Celebrar, pues la Santísima Trinidad, es celebrar el ser de Dios, pura ternura y misericordia, y también es celebrar lo que todos estamos llamados a ser: seres felicitantes que en Dios alcanzan su plenitud y su meta. El corazón de cada uno reclama ser feliz.