Liturgia Dominical – SE ABRIERON LOS CIELOS

D. Jesús Miguel Martín Ortega – (Diario de León, 11/01/2025)

Una de las características de nuestra cultura occidental es su opacidad respecto a todo lo trascendente. Viniendo como viene de la tradición judeocristiana, el modernismo mal digerido ha provocado esta apostasía silenciosa que parece inundarlo todo. El hecho religioso, considerado como primer criterio para precisar la presencia de homínidos distinguiéndolos de los pre-homínidos, ha pasado a ser considerado como tema de discordia, que es mejor soslayar o desestimar. Ahora, en nuestro pequeño patio patrio, se quiere distinguir odios de odios, como si unos fueran buenos y otros malos, para despenalizar aquellos referidos a lo religioso, lo cual constituirá un paso fundamental en la defensa de los derechos humanos ¡Qué desenfoque! Ni es ético ni estético. Pero no interesa ni lo estético ni lo ético a quienes se mueven por otros intereses que, sin duda, afectarán al interés general pero no al bien común.

El texto evangélico del Bautismo del Señor, en la versión de San Lucas, destaca un acontecimiento sorprendente: mientras oraba, se abrieron los cielos. Del texto puede concluirse que los cielos se abren en un contexto de oración. Una vez más, las realidades de Dios no vienen forzadas o impuestas sino que son ofrecidas a aquellos que abren su corazón a la trascendencia.

Inmersos en sociedad con marcados acentos de paganismo o abandono de la fe, la realidad de los creyentes hoy manifiesta una novedad y frescura inéditas en décadas pasadas. Los creyentes del primer cuarto del presente milenio están haciendo buena la afirmación profética de Karl Rahner: “El hombre religioso de mañana será un místico o no podrá ser religioso, pues la religiosidad del mañana no será ya compartida en base a una convicción pública y obvia”. Es decir, la religión no será posible sin una experiencia personal de Dios. Se sigue hablando de la religión en el plano ideológico y teórico, olvidando frecuentemente su fundamento que es vital y experiencial.