Liturgia Dominical – «QUIERO, QUEDA LIMPIO»

D. Jesús Miguel Martín Ortega – Diario de León (10/02/2024)

La relación entre la humanidad y Dios no siempre ha sido fácil. Podría decirse que es la historia de un cúmulo de encuentros y desencuentros. Lo sorprendente es que esta relación, que se verifica en la experiencia de un pueblo, acontece de modo semejante en cada persona.

Investigando en la historia sagrada aparece un factor determinante en la mencionada relación: Dios da siempre el primer paso, toma la iniciativa, para que se logre el encuentro; sin embargo, en numerosos casos de personas al límite de su desesperación, pudiera parecer que son ellas las que buscan y se movilizan en busca de un Dios que sanador y liberador de sus males. Es el caso del relato evangélico de este domingo. Se trata de un leproso que, desesperado por su situación de exclusión, se acerca a Jesús de Nazaret convencido que sólo él puede solucionar su trágica enfermedad.

Conscientes de la situación personal nos resultará fácil identificarnos con aquel leproso que, por encima de todas las normas y convencionalismos sociales, busca al Señor y postrado a sus pies le suplica: Si quieres, puedes limpiarme. Es la frase de un hombre desesperado, que se siente excluido, apartado de todos, que entiende que sólo Jesús puede poner fin a sus males. Y así fue. El Señor le respondió: Quiero, queda limpio.

En la actualidad nos hemos vuelto más descreídos. Pensamos que enfermedades como la lepra es curable gracias a los avances médicos. Pero no hace falta ser demasiado perspicaces para danos cuenta que existen otras lepras que nos esclavizan y excluyen. A fuerza de atender a la exterioridad, por incapacidad o por no ver la personal tragedia, nos hemos olvidado de mirar a nuestro interior, allí donde encontramos el núcleo y esencia de nuestra identidad. Extraviar la mirada la mirada no arregla nada; simplemente dilata la causa de muchos de nuestros males. Se nos invita, pues, a caer en nuestra realidad indigente y acudir a quien verdaderamente puede limpiarnos.