- Destaca la importancia del trabajo realizado por estos profesionales, con un compromiso por una información de calidad frente a las corrientes sociales de polarización y sectarismo y que desde una “comunicación cordial” también proyecte el mensaje evangélico
El Área de Medios de Comunicación Social de la Diócesis envía, en nombre del obispo Luis Ángel de las Heras, un mensaje de felicitación a todos los profesionales de la información en la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, que se celebra este martes día 24. Una jornada festiva en la que se pone de manifiesto el papel central que desempeñan los informadores a la hora de conformar el espacio público democrático, mediante la difusión de información veraz y contrastada, y también a la hora de proyectar hacia la opinión pública los acontecimientos eclesiales, desde una perspectiva objetiva y respetuosa. Una labor que la Diócesis de León quiere reconocer en el trabajo que día a día llevan adelante los periodistas, con un especial compromiso ante la situación excepcional que provocó la pandemia del Covid-19, desde una entrega personal íntegra y una dedicación plena a un ejercicio profesional que está guiado por los valores del respeto, la contribución al bien común y a la verdad, y que se configura como pilar esencial de singular valor en medio de las corrientes de polarización y sectarismo que en estos momentos están agitando a toda la sociedad.
CAMBIO DE ÉPOCA, “FAKE NEWS” Y EJERCICIO PROFESIONAL
Desde la Diócesis se observa con inquietud especial los efectos que esas corrientes sociales que apuntan hacia un ‘cambio de época’ que está afectando de forma interconectada al ser (antropología), al amar (familia), al hacer (trabajo) y a la forma de situarse en el tiempo (historia) a partir de una situación social de creciente de desvinculación. Esa ruptura de los espacios comunes, de los vínculos y de la comunicación como espacio compartido se ha visto amplificada por los desafíos que plantea la llegada del mundo digital y al cambio de modelo comunicativo que todo esto ha generado, con la creciente proliferación del fenómeno de las “fake news”, las noticias falsas, que se multiplican y difunden a gran velocidad desde las nuevas plataforma que constituyen las redes sociales. Es en éste contexto donde se pone de manifiesto la importancia del trabajo periodístico profesional y riguroso, al servicio de la verdad y la democracia, para hacer frente a estos nuevos riesgos y a situaciones preocupantes de ataque al desempeño profesional.
Y en este sentido destaca el mensaje que este martes, 24 de enero, ha hecho público el Papa Francisco para la próximo 57ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales bajo el lema «Hablar con el corazón: Según la verdad en la caridad” (Ef 4,15). El Papa subraya que “no debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda, sino a hacerlo sin caridad, sin corazón” y recuerda una frase del recientemente fallecido Papa Benedicto XVI cuando expresaba en su encíclica ‘Deus Caritas Est’ que “el programa del cristiano es un corazón que ve; un corazón que, con su latido, revela la verdad de nuestro ser, y que por eso hay que escucharlo”. En este mensaje Francisco alerta de los peligros de la comunicación en eel momento actual “tan propenso a la indiferencia y a la indignación, a veces sobre la base de la desinformación, que falsifica e instrumentaliza la verdad” y señala que el primer paso para una buena comunicación es “comunicar cordialmente” en un “periodo histórico, marcado por polarizaciones y contraposiciones”, cuando “el compromiso por una comunicación ‘con el corazón y con los brazos abiertos’ no concierne exclusivamente a los profesionales de la información, sino que es responsabilidad de cada uno. Todos estamos llamados a buscar y a decir la verdad, y a hacerlo con caridad”.
Desde ese enfoque planteado en el mensaje del Papa Francisco, la Diócesis de León considera fundamental que sea reconocida la profesionalización de los periodistas y así se garanticen unas condiciones de trabajo dignas que salvaguarden su formación y su independencia, para un fructífero ejercicio profesional que asegure una información de calidad. De igual forma resulta necesario que el ejercicio de las libertades de expresión e información esté fundamentado en el respeto y la prudencia desde una orientación que pueda servir para integrar en el trabajo de los profesionales de la información una visión humanista y, en su caso cristiana, con el fin proyectar el mensaje evangélico hacia el espacio público que conforma la sociedad leonesa y al que la Iglesia de León quiere seguir aportando su visión liberadora y su testimonio comunitario de acogida y fraternidad sin discriminación alguna.