- El obispo pide a los sacerdotes ser “«PASTORES PASTORES PASTORES»” que caminan junto al Pueblo de Dios como ‘Servidores de la Esperanza’
- Preside en el Seminario Mayor el acto de homenaje de toda la Diócesis en la fiesta de San Juan de Ávila a seis presbíteros y un diácono permanente en sus bodas de oro y plata
La fiesta de la memoria de San Juan de Ávila, patrono del clero español, trasladada a este lunes, ha sido el día elegido por la Diócesis para homenajear a los seis sacerdotes y al diácono permanente que este año conmemoran sus bodas de oro y plata por sus 25 y 50 años de servicio a la Iglesia de León. La jornada ha comenzado con una eucaristía de acción de gracias en la capilla del Seminario Mayor que ha presidido el obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, y que ha estado concelebrada por el obispo emérito, Julián López, y un numeroso grupo de presbíteros.
‘PEREGRINOS DEL PUEBLO DEL CAMINO’
En su homilía, el padre Luis Ángel de las Heras ha conectado esta jornada de fiesta sacerdotal con la peregrinación ‘Caminamos juntos… con María’ con la que este pasado sábado se ponía el broche a la fase diocesana del Sínodo al afirmar que “somos peregrinos del Pueblo del Camino, la Iglesia de la comunión fraterna, para la evangelización misionera y la misión samaritana” y por eso “hoy damos gracias al señor por San Juan de Ávila y por estos hermanos nuestros, que a imagen de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y siguiendo las consignas del Maestro de Ávila celebran sus bodas sacerdotales.
Los nombres propios de esta jornada por sus bodas de oro, ordenados en el año 1972, que hoy han recibido el reconocimiento de toda la Diócesis por su ejercicio ministerial son los de los sacerdotes Ovidio Álvarez Suárez, Antolín Martínez Fuertes, P. Matías Pérez López, O.S.A., P. Rafael Rámila Fernández, S. M., y Antonio Valladares Rando. En el caso de las bodas de plata, ordenado en el año 1997, el homenaje ha sido para Jorge García Rodríguez. Y a todos ellos se ha sumado de manera excepcional por sus bodas de plata diaconales Francisco Viñuela Antolín, primer diácono permanente de la Diócesis ordenado en el año 1997.
«PASTORES PASTORES PASTORES»
“En cada uno de ellos, los presbíteros Ovidio, Antolín, Matías, Rafael, Antonio, Jorge, el difunto José Antonio González, y el diácono permanente Francisco, nos vemos hoy todos reflejados para dar gracias por lo que son, han procurado y procurar vivir: «servidores de la esperanza y la sanación de los miembros del Pueblo de Dios” ha continuado su homilía Mons. De las Heras para enfatizar que “agradecidos por el pasado sin nostalgia, comprometidos con un presente apasionante y mirando al futuro esperanzados, seamos, ante todo, «pastores pastores pastores» que caminan junto al resto el Pueblo de Dios”. Y desde ese mensaje de aliento el prelado legionense quiso hacer una invitación a que “como tales servidores unidos por la fraternidad sacramental, alegrémonos por estos hermanos en sus bodas sacerdotales y por cada ministro ordenado de nuestra diócesis para continuar este servicio precioso que hace crecer la esperanza en nuestros hermanos y sana a quienes lo necesitan y piden”.
Para concluir su homilía el obispo Luis Ángel orientó la mirada hacia todo lo que ha supuesto la celebración de la fase diocesana del Sínodo, que concluía con la peregrinación de este pasado sábado a la Basílica de la Virgen del Camino, para invitar a que “promovamos y cuidemos la sinodalidad, la comunión fraterna y la participación para la misión que hemos de desarrollar como Iglesia evangelizadora y samaritana en los tiempos que corren” desde un impulso en el que “no tengamos miedo, no veamos gigantes donde hay molinos, no despreciemos la colaboración de nadie, no transmitamos escepticismo… Dejemos a un lado lo que nos cansa espiritualmente, lo que resulta descorazonador y busquemos la fortaleza en el Señor y en los hermanos”.
Tras la celebración eucarística de acción de gracias, la actividad de esta fiesta sacerdotal de San Juan de Ávila se trasladaron al salón de actos del Seminario donde Nicanor Martínez, coordinador del clero fue el encargado de dar la bienvenida a todos los participantes y animar un acto que contó con la intervención literaria de dos jóvenes seminaristas, del coro del Seminario Redemptoris Mater Virgen del Camino encargado de la nota musical junto con el coro veterano de San Juan de Ávila, y con las palabras de agradecimiento que en nombre de todos los homenajeados pronunció el sacerdote Antonio Valladares Rando tras haber recibido de manos del obispo una sencilla cruzo de oro o plata, para concluir con una comida de confraternidad en un conocido establecimiento hotelero de la capital leonesa.