- Con una eucaristía y rito del envío en la Catedral se han cerrado cuatro jornadas de oración y trabajo para abrir un curso pastoral en el que la Iglesia de León trabajará para “facilitar encuentros fraternos, evangelizar en clave de primer anuncio e impulsar la relación de ayuda que dignifique”
La XXII Semana de Pastoral, la cita eclesial con la que la Diócesis de León ha abierto el curso pastoral 2023-2024 y que desde el pasado lunes ha reunido a trescientos participantes en las instalaciones del Colegio Marista San José, se clausuraba esta tarde con una celebración en la Catedral que concluía con el rito del envío que impartía el obispo Luis Ángel.
CUATRO JORNADAS DE ORACIÓN Y TRABAJO
Desde el lema ‘No temas, pequeño rebaño’ se han desarrollado estas cuatro jornadas de oración y trabajo, con talleres promovidos por las tres delegaciones diocesanas en los que se han abordado las prioridades del nuevo Plan Pastoral de la Diócesis para el periodo 2023-2027 y que se han concretados en tres puntos de acción clave: “facilitar encuentros fraternos, evangelizar en clave de primer anuncio e impulsar la relación de ayuda que dignifique”. Unos puntos de referencia que el obispo Luis Ángel, en su homilía en la eucaristía que ha presidido en la Catedral, ha querido subrayar al recordar “en esta fiesta de San Mateo la llamada que hemos recibido cada uno de Jesús, como la recibió Mateo, una invitación a vivir y obrar como Jesús, andando como pide la vocación, con humildad, amabilidad, comprensión y amor, esforzándonos en la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz, que siempre lleva generosidad; en un costoso pero hermoso plan de vida cristiana para edificar la comunión fraterna, evangelizar en salida misionera y acoger con actitud misericordiosa y samaritana”.
Una eucaristía de clausura en la que concelebró el obispo emérito de León, Julián López, animada por el coro de jóvenes del Área de Pastoral Juvenil, que en las ofrendas ha tenido algunos signos destacados de esta Semana de Pastoral y que ha concluido con la invitación del obispo Luis Ángel “a ser enviados este curso como hermanos, testigos y samaritanos, todo en uno, bautizados a quienes no les importa ser muchos o pocos, pero sí auténticos cristianos, verdaderos discípulos misioneros de Cristo”.
‘CORRESPONSABILIDAD, CON PASIÓN Y ESPERANZA’
Antes de esta celebración final, en el Colegio Marista San José se desarrollaba la primera parte de esta jornada con una sesión inicial dedicada a recoger y sintetizar todas las aportaciones realizadas en los talleres de trabajo realizados en veinte grupos en los que todos los inscritos han podido abordar las prioridades pastorales del curso y realizar aportaciones desde la dimensión de las tres delegaciones diocesanas, Comunión Fraterna, Evangelización Misionera y Misión Samaritana. Y esta última sesión de la Semana de Pastoral se completaba con la presentación de la carta pastoral del obispo Luis Ángel para este curso 2022-2023, que lleva por título el lema de esta Semana de Pastoral, ‘No temas, pequeño rebaño’ en la que el pastor diocesano realiza un diagnóstico de la realidad eclesial marcada por la “desazón que provoca la experiencia de decrecimiento, de cambio hacia la minoridad, de pérdida de relevancia social”, una “desazón que es consecuencia de una mirada alejada de la fe” frente a la que el padre De las Heras planteó que “sí tenemos razones suficientes para actualiza e incrementar nuestra corresponsabilidad, poniendo pasión y esperanza en la edificación y renovación de la Iglesia y procurando superara los miedos paralizantes a través de la audacia y la generosidad que el Señor concede a sus amigos mientras duermen, pues Él es quien construye la casa”. Un mensaje de aliente que el obispo Luis Ángel quiso rematar con la afirmación de que “nosotros hoy, a la luz del Espíritu Santo, queremos edificar una Iglesia sinodal que nada ha de temer siendo «pequeño rebaño» de comunión fraterna, evangelización misionera y misión samaritana”.