Queridos hermanos y hermanas:
La segunda quincena de enero está marcada por la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Este año, el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión de fe y constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias nos invitan a celebrarla con el lema «Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo» (cf. Lc 10,27). Un equipo ecuménico de Burkina Faso ha elaborado el borrador básico de los materiales que utilizaremos durante la Semana.
La difícil realidad de Burkina Faso refleja la crisis de seguridad que existe en el mundo. Afecta a las comunidades cristianas, que sufren persecución y muerte, y al país entero, con tantas personas fallecidas y damnificadas, cierres de escuelas y centros de salud, destrucción de infraestructuras… El trabajo realizado por miembros de las diferentes Iglesias cristianas de Burkina Faso para esta Semana supone todo un desafío a la hora de caminar, orar y trabajar juntos desde el amor mutuo, el mismo amor con que Cristo nos ama. El amor de Cristo, que une a todos los cristianos y es más fuerte que todas las divisiones, lleva a recorrer la senda del amor a Dios y al prójimo para dar sentido a la vida humana, sobre todo cuando se le niega su valor en medio de circunstancias trágicas. El amor de Dios nos encamina hacia la victoria de la unidad que supera toda división. Por ello es imprescindible orar y trabajar juntos, lo que constituye “caminar juntos” por la senda del amor de Dios.
Desde el comienzo del actual proceso sinodal se puso de manifiesto que «el diálogo entre cristianos de diferentes confesiones, unidos por un mismo bautismo, ocupa un lugar especial en el camino sinodal» (Vademécum del Sínodo 5.3.7). En nuestra Iglesia particular de León tomamos conciencia periódicamente del crucial y necesario avance del ecumenismo, como también del diálogo interreligioso, al tiempo que nos esforzamos por crecer en sinodalidad diocesana. Creemos que sinodalidad y ecumenismo comparten el dinamismo de “caminar juntos”. Sabemos que el término sínodo incluye el concepto de “caminar con”. Del mismo modo, el ecumenismo conlleva el “caminar con” los demás cristianos de otras Iglesias y es una vía ineludible para lograr la unidad tan urgente y deseada.
El papa Francisco reitera la necesidad de que los hombres y mujeres de las diferentes confesiones cristianas caminemos juntos hacia la unidad, puesto que este modo de caminar ya es vivir la unidad. En su importante discurso con motivo del quincuagésimo aniversario de la institución del sínodo de los obispos en 2015, el Santo Padre afirmó que el compromiso de edificar una Iglesia sinodal está cargado de implicaciones ecuménicas. Cabe destacar también que en dicho discurso identificó la Iglesia sinodal con la Iglesia de la escucha. Lo cual implica acoger a los hermanos de otras confesiones cristianas con el amor con el que el Padre nos ha amado y en el que el Hijo nos invita a permanecer (cf. Jn 15,9).
Celebremos la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos con pleno sentido sinodal de apertura, acogida, diálogo, encuentro, superación de las divisiones y acercamiento. En definitiva, desde el amor que Dios nos regala y con el que nos enseña a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Ecumenismo y sinodalidad se recuerdan y refuerzan mutuamente. Que sepamos recorrer ambos caminos juntos para vivir cada vez más próximos a la unidad.
Con mi afecto y bendición.
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León