- La Iglesia de León se une junto al Papa Francisco al acto de consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María
- El obispo, el padre Luis Ángel de las Heras, presidirá mañana viernes día 25 a partir de las 18:30 horas en la Parroquia de la Anunciata el rito que a esa misma hora celebrará el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro en Roma
La Iglesia de León se unirá mañana viernes día 25, junto con toda la Iglesia Universal, al acto de Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María, que presidirá en la Basílica de San Pedro de Roma el Papa Francisco. El obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, será el encargado de presidir esta oración especial de Consagración a partir de las 18:30 horas en la Parroquia de la Anunciación de Ntra. Señora – La Anunciata (Calle Azorín, 36), templo en el que a esa hora estará concluyendo el acto con el que la Diócesis celebrará también mañana, en la solemnidad de la Anunciación, la Jornada por la Vida.
El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha enviado una carta a todos los obispos de la Iglesia en España con la invitación a unirse a ese acto de Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María, que coincidirá con la celebración en España de la Jornada por la Vida, en la solemnidad de la Anunciación, motivo por el cual el cardenal Omella ha señalado que, “sensibles al cuidado de la vida y a la necesidad de intensificar nuestra oración por la paz, invito, en nombre de la Conferencia Episcipal Española, a las diócesis, congregaciones religiosas, asociaciones y fieles laicos a unirse a la intención del Santo Padre en este acto”.
Además, este acto de Consagración de Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María que, según ha anunciado el Papa Francisco, “quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, por mediación de la madre suya y nuestra, el grito de dolor de cuantos sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la paz”, coincidirá con el inicio de la jornada “24 horas para el Señor”, que promueve el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización en la víspera del IV Domingo de Cuaresma. “Por medio de Él tenemos el perdón (Cfr. Col 1, 13-14) es el lema que se propone para esta jornada especial de oraciones y confesiones que va a tener lugar desde la tarde del viernes día 25 a la tarde del sábado día 26.
En el caso de la Diócesis de León, esta convocatoria de “24 horas para el Señor” tendrá su punto de referencia en la Parroquia de San José de las Ventas, donde por iniciativa de la Agrupación Parroquial ‘San José’ se ha fijado el inicio de estas “24 horas para el Señor” mañana viernes día 25 a las 12 horas, con al celebración de la eucaristía. A las 13 horas tendrá lugar el ‘Rezo de Sexta’, a las 15 horas el ‘Rezo de Nona’, a las 20 horas el ‘Rezo de Vísperas’ y a las 22 horas una vigilia de oración por la paz. A las 00:00 horas del sábado día 26 tendrá lugar el ‘Rezo del Vicrucis’ para continuar a las 9 horas con el ‘Rezo de Laudes’, a las 11 horas con el ‘Rezo de Tercia’, a las 11:30 horas con el ‘Rezo del Santo Rosario’ y la clausura de estas “24 horas para el Señor” el sábado día 26 a las 12 horas con la celebración de la eucaristía.
EN LA ESTELA DEL JUBILEO DE LA MISERICORDIA
Con esta iniciativa, promovidas desde la Agrupación Parroquial “San José”, la Diócesis de León mantiene esta convocatoria que ya en el año 2015 realizaba el Papa Francisco en la bula de convocatoria del Jubileo Extraordinario de la Misericordia “Misericordiae Vultus” cuando expresaba su deseo de que entre el viernes y el sábado anteriores al IV Domingo de Cuaresma, se fomente en las diócesis una jornada de “24 horas para el Señor”. El objetivo es que durante esa jornada completa haya templos abiertos durante 24 horas ininterrumpidamente, con exposición del Santísimo, momentos de oración y presencia de sacerdotes que estén disponibles para celebrar el sacramento de la Reconciliación y atender a quienes buscan un consejo que les ayude en la vida cristiana. Esta iniciativa, según constataba el Papa, ha favorecido “que muchas personas, entre las que se encuentran muchos jóvenes, se hayan acercado al sacramento del perdón en un contexto de intensa oración y hayan redescubierto el sentido de su vida”.