Cada día su afán – LA INTELIGENCIA HUMANA

D. José-Román Flecha Andrés – (Diario de León, 08/02/2025)

El día 28 de enero de este año 2025 la Santa Sede ha publicado la nota Antiqua et nova sobre la relación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana.

En ella se dice que la inteligencia artificial (IA) está diseñada para aprender y adoptar determinadas decisiones de forma autónoma, adecuándose a nuevas situaciones y aportando soluciones no previstas por sus programadores. Esta nueva situación lleva a la humanidad a cuestionarse su identidad y su papel en el mundo.

Se reconoce que la IA puede complementar y sustituir las capacidades humanas en muchos ámbitos, como el análisis de datos, el reconocimiento de imágenes y el diagnóstico médico. La IA tiene capacidades sofisticadas para llevar a cabo tareas, pero no la de pensar.

Frente a ella, la nota Antiqua et nova considera en primer lugar la concepción cristiana de la inteligencia humana. Recordando la tradición filosófica y teológica, afirma que la inteligencia humana no es una facultad aislada, sino que se ejercita en las relaciones y encuentra su plena expresión en el dialogo, en la colaboración y en la solidaridad. “Aprendemos con los otros, aprendemos gracias a los otros”.

  • Aunque la Verdad en sí misma excede los límites del intelecto humano, este se siente irresistiblemente atraído hacia ella. Impulsado por esta atracción, el ser humano se ve llevado a buscar “una verdad más profunda”. En Dios todas las verdades obtienen su sentido más elevado y original.
  • Además, Dios ha llamado a los seres humanos a asumir un papel peculiar: cultivar y hacerse cargo del mundo. Mediante su inteligencia y habilidad cooperan con Dios para guiar la creación hacia el propósito al que él la ha llamado, mientras que el mismo mundo ayuda a la mente humana a ascender hasta el sumo principio que es Dios.
  • La inteligencia humana es parte integrante del modo en el que toda la persona se involucra en la realidad. Un auténtico involucrarse implica abarcar la totalidad del ser: espiritual, cognitivo, corporal y relacional.
  • Como observa el Papa Francisco, “en el tiempo de la inteligencia artificial no podemos olvidar que para salvar lo humano hacen falta la poesía y el amor”. La inteligencia humana incluye también la posibilidad de gustar de aquello que es verdadero, bueno y bello. Con el poeta francés Paul Claudel, se puede decir que «la inteligencia es nada sin deleite»
  • Para los creyentes, la inteligencia humana posee una dimensión contemplativa, es decir una apertura a lo Verdadero, lo Bueno y lo Bello, más allá de cualquier utilidad particular.

Por eso, habrá que tener en cuenta algunas líneas de acción para que el desarrollo y el uso de la IA respete la dignidad humana y promueva el desarrollo integral de la persona y de la sociedad.