2024 – XXIX Domingo del Tiempo Ordinario

«Tomad todos de él, id e invitad»

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Queridos y queridas jóvenes, cofrades y papones, consiliarios, hermanas y hermanos. Junto al JOHC León 2024 que nos congrega hoy en esta catedral, imagen de la Jerusalén celeste, la Iglesia celebra el DOMUND, domingo mundial de las misiones. Dos motivos que confluyen en quienes compartimos el pan de la palabra y la eucaristía porque todos somos misioneros que anunciamos a Cristo Crucificado, desenclavado y Resucitado.

El mensaje del DOMUND este año tiene como lema «Id e invitad a todos al banquete» (Mt 22,9). El papa Francisco nos recuerda la parábola en la que los invitados no asisten al banquete y el rey manda salir a sus siervos a los cruces de los caminos para invitar a todos los que encuentren. Pensemos que hay muchas personas, lejos y cerca, que no conocen a Jesús, que no saben quién es, que no se dan cuenta de que él da la felicidad que buscan y sueñan.

Queridos jóvenes, sabéis compartir lo que vivís y por eso podéis ir e invitar a otros a una mesa de fraternidad, de alegría, de amor, de justicia, de paz, de servicio. Una mesa con manjares del Reino de Dios que Jesús ha venido a instaurar pasando por la Cruz, cargando con los crímenes de la humanidad, para darnos la luz de su Resurrección.

Su Cruz y su Luz nos cautivan para abrirle nuestras vidas y confiar en su palabra sincera y en sus acciones leales. Su Cruz y su Luz nos ayudan a sentirnos comprendidos y acogidos al mismo tiempo que firmes en la fe que profesamos, pues Él se ha compadecido de nuestras debilidades y las ha conocido en todo, a excepción del pecado.

Concluimos el JOHC León 2024 que habéis hecho vuestro con el lema «Tomad todos de él». Eso significa que queréis estar junto a Jesús hoy y en su gloria, aunque no con tantas pretensiones como Santiago y Juan. Como a ellos, Jesús os pregunta si sois capaces de beber su Cáliz. Como a ellos, Jesús os dice que si pretendéis ser grandes —y es bueno que lo pretendáis—, debéis ser servidores de los demás sin querer figurar ni aparentar. «Tomad y comed todos de Él» para ser tomados, bendecidos, partidos y repartidos como Jesús. «Tomad y bebed todos de Él» para ser los últimos y estar dispuestos a dar la vida por él y por su evangelio.

Que la Virgen de los Dolores y de la Esperanza, Nuestra Señora del Camino, y san Juan, vuestro patrono, os acompañen para prolongar el lema de este JOHC como misioneros unidos a los misioneros extendidos por el mundo entero, testigos del Resucitado, experimentando en vuestra vida la dicha de seguir al Nazareno, al Crucificado, al Desenclavado, al Resucitado. Porque, como dijo san Juan Pablo II en la JMJ de Roma y los jóvenes papones habéis recordado: «Es Jesús a quien buscas cuando sueñas con la felicidad; es Él quien te espera cuando no te satisface nada de lo que encuentras».

Cristo vivo lo da todo y no quita nada, como celebramos en este banquete. Así pues: «Tomad todos de él, id e invitad».