«Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza»
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
Hermanos y hermanas, este Día de Caridad queremos decir en voz alta lo que Dios nos inspira: «Allí donde nos necesitas, abrimos camino a la esperanza».
El Señor Jesús no espera que vayamos a verle para acompañarnos y alentarnos. Él sale al encuentro de quien le necesita. El Santísimo hoy en las calles expresa esta llamada esperanzada: donde haya una persona que necesite a Dios y a la comunidad cristiana, estaremos Jesucristo y nosotros abriendo camino a la esperanza.
Por eso ahora actualizamos la caridad en el banquete eucarístico. El banquete tiene una gran importancia en el Evangelio. Jesús se reúne a la mesa con sus discípulos, con los pecadores, con el pueblo. El último acontecimiento antes de la pasión es un nuevo banquete, como hemos escuchado en la lectura evangélica de Marcos.
Jesús da a los discípulos la nueva forma de su unión con ellos, prometiendo que estará para siempre siendo el centro de su comunidad discipular como pan y vino, tal y como celebramos hoy: pan signo del alimento cotidiano y vino símbolo de la fiesta y el gozo. La fidelidad de Jesús concede solidez a la alianza del banquete nuevo y eterno.
Por este banquete estamos invitados a hacer pequeños compromisos que transformen la realidad y, además, respondan a la pregunta del salmo: “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?” (Sal 115).
Compromiso de salir al encuentro de los más vulnerables, con la prioridad de “impulsar la relación de ayuda que dignifique”. Compromiso de contribuir al bien común, reivindicando y favoreciendo condiciones de vida social que permitan vivir dignamente apostando por la cultura del encuentro y del cuidado, que el papa Francisco ha propugnado. Compromiso de tejer comunidad fraterna, de modo que nadie camine en solitario, desvinculado. Una comunidad donde los más pobres encuentren su sitio y se sientan amados por Dios y los hermanos con el amor que brota de la Eucaristía.
Que nuestra celebración y la procesión del Corpus que nacen del banquete eucarístico nos ayuden a caminar juntos hacia quienes nos necesitan, abriendo camino a la esperanza que no defrauda y hoy contemplamos y adoramos en Cristo Eucaristía.
Amén.