2024 – Manos Unidas

“El efecto ser humano”

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Queridos hermanos y hermanas. Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón. Él nos invita a cooperar en su obra, para que el desierto sea un vergel en el que more la justicia para todos los pueblos y, como consecuencia, desaparezca el hambre en el mundo y triunfe la paz y la armonía en la tierra construyendo moradas tranquilas, mansiones sosegadas.

Urge tomar conciencia y trabajar para que dejemos huella en la tierra siendo cuidadosos, responsables y artífices de la paz que se sustenta sobre la justicia y protege la casa común con efecto de fraternidad universal.

No es una moda ni un planteamiento ideológico. El mundo necesita transformaciones profundas y duraderas por el bien del ser humano y del planeta.

Algo que está en nuestras manos con cambios en las rutinas despreocupadas del cuidado de la creación, que hemos de revertir en la vida cotidiana unidos para ser más eficaces.

Es otra dimensión más del proceso de “caminar juntos”, sinodalmente, como queremos hacer en la Iglesia, buscando encuentros y procurando sinergias entre nosotros y con otras personas de buena voluntad.

Es un modo acertado de servir sabiéndonos los últimos para estar en el Reino de Dios después de haber caminado con Jesús y haber perseverado con él en sus pruebas, que nosotros también podemos padecer, aunque en menor medida, porque no vamos a ser más que nuestro Maestro.

La primogenitura del servicio nos mueve hoy a seguir trabajando, en el nombre del Señor Jesús, por una humanidad sin pobreza, sin hambre, sin enfermedades, sin guerras ni desigualdades.

Es consecuencia del seguimiento de Jesús de Nazaret, de la decisión de ser sus discípulos misioneros y nos acercará más al Reino de Dios que siempre adelantamos en el banquete eucarístico como ahora vamos a celebrar.

Que así sea.