2023 – XXVI Domingo Tiempo Ordinario | Cantaderas

«Vivir y no morir»

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Cabildo Catedral, Sr. Alcalde, miembros de la corporación municipal y demás personal del ayuntamiento. Autoridades civiles y militares. Protagonistas de las Cantaderas. Hermanos y hermanas.

Jesucristo nos revela al Dios de la vida, al Dios de los vivos. Sus caminos son caminos de vida y no de muerte ni aflicción. Su ternura y su misericordia eternas nos acompañan cada día como bálsamo de consuelo y fortaleza.

En el recuerdo anual de las Cantaderas uniendo tradición y fe cristiana, celebramos la libertad de toda esclavitud que tiene su máxima expresión en el Salvador, Cristo Jesús. Él nos invita a vivir cerca de la justicia, a luchar contra toda opresión e injustica. Más aún, da la oportunidad al injusto de volver a practicar el derecho y la justicia, es decir, a salvar su vida, a vivir y no a morir.

Quienes permanecen en la justicia, en la vida buena del Evangelio de Jesús, procuran tener los mismos sentimientos de Cristo, como exhorta el apóstol Pablo a los Filipenses. Unos sentimientos que ayudan a mantener la unidad evitando enfrentamientos, a no obrar por rivalidad ni ostentación, a dejarse guiar por la humildad y rechazar la soberbia, a no encerrarse en intereses particulares egoístas. Jesús nos invita a vivir de este modo para anunciar a los cautivos la libertad y a los ciegos la vista; para acercar este mundo al reino de Dios.

Quienes estén dispuestos a sumar fuerzas para lograr este objetivo, que respondan con el corazón al Señor como el hijo que va a trabajar en la viña después de recapacitar, aunque su primera reacción fue otra. El Señor cuenta con todos, porque confía que el malvado se arrepienta de su mala acción y opte por la vida, es decir, por el camino de la justicia, que es trabajar en la viña del Señor.

Pidamos a Dios, por intercesión de Nuestra Señora de Regla y san Froilán, que nos conceda la luz suficiente para recorrer sus caminos de liberación y sanación, de justicia y misericordia, de modo que seamos abnegados trabajadores de su viña para que cada vez se extienda más el reino de Dios en las vidas de las personas y los pueblos.

Amén.