«San Martín de Porres, modelo de servidor cristiano»
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
Queridos hermanos y hermanas, la celebración eucarística recoge de manera excelente la acción de gracias por vuestro santo patrón y el digno trabajo que desempeñáis.
San Martín de Porres se entregó con dignidad a Dios y a sus hermanos necesitados, haciendo que su vida estuviera presidida por el servicio, la humildad, la oración y el mandato del amor. Un amor sin medida que llamaba la atención, como todo lo que viene de Dios, con quien hablaba.
Sin ánimo despectivo, el apelativo de Fray Escoba es un orgullo para él, para su familia, para sus hermanos frailes dominicos y para nosotros hoy. La persona humana es la que hace digno un instrumento de trabajo, sea una escoba o un cetro de oro.
San Martín hace realidad continuamente el hecho de que la persona humana está por encima de todo, especialmente cuando se encuentra necesitada, como el enfermo del Evangelio.
San Martín de Porres, configurado con Cristo, el Mesías, el que está por encima de todo, como dice la carta de san Pablo a los Romanos, tuvo buen talante, paciencia y humildad que cuajaron en el don de consagrarse a Dios por la profesión religiosa como hermano cooperador.
Entonces se ejercita en la caridad día y noche, curando enfermos, dando limosna, amando y atendiendo a todos sin distinción, como fruto del amor de Dios que llenaba su corazón y alimentaba en la oración. “No hay gusto mayor que dar a los pobres”, decía. El amor de Dios le habría llevado a curar al enfermo por encima de la norma del sábado, como dice Jesús en el Evangelio de Lucas.
San Martín de Porres encarna el amor de Dios de modo desbordante y universal. Y su recuerdo nos alegra y alienta en nuestra vida y a vosotros os anima en vuestro trabajo imprescindible y entregado.
En vuestro patrono podéis encontrar inspiración para vuestra vida, vuestra tarea y vuestras relaciones con los demás. San Martín os invita a tener una buena disposición para realizar el trabajo en condiciones dignas; manteniendo un talante cordial, amable y servicial; una actitud de compañerismo constructivo. Y para conservar este buen espíritu no olvidéis orar, es decir, hablar con Dios, incluso en medio de vuestro trabajo como san Martín de Porres oraba.
El Señor os premie vuestro trabajo al servicio del bien común como solo Él sabe hacerlo. Que san Martín de Porres, Fray Escoba, sea modelo y cauce de bendición para cada uno de vosotros en vuestra circunstancia, para vuestro trabajo y para vuestras familias.
Amén.