2023 – IVº Domingo Tiempo Pascual

“Buen Pastor”

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Hermanos y hermanas, hoy celebramos el Domingo del Buen Pastor, que es Jesucristo. Él se entrega por nosotros para que tengamos vida en abundancia. Nos conoce por nuestro nombre y camina a nuestra vera. Él sigue apacentando a todos por medio de pastores elegidos según su corazón. Estemos atentos para reconocer su voz en medio de tantas voces de nuestro mundo. Escuchemos su Palabra con atención para distinguirle bien de otras palabras que no anuncian vida.

Hoy también celebramos la jornada de oración por las vocaciones y vocaciones nativas, con la mirada puesta en la JMJ de Lisboa. La Iglesia nos invita a caminar como la Virgen María, que se levantó y partió sin demora para ayudar a su prima Isabel. Con esta escena se inaugura el camino de la cercanía y el encuentro con los hermanos, en el que María es portadora de la vida.

Jesús hoy, en el Evangelio de Juan, se nos muestra como puerta a través de la cual quien entre se salvará y podrá entrar y salir y encontrar cuanto puede anhelar un ser humano. Jesús es la puerta de la vida, una vida abundante, llena de gozo y esperanza.

Con las imágenes bíblicas del Señor, Buen Pastor, y del rebaño, pueblo de Dios, podemos conocer el amor de Dios por sus hijos e hijas, miembros de su pueblo.

A Jesús, el Buen Pastor, nos encomendamos para abandonar pensamientos, actitudes y hechos que sean lejanos a la vida. Nuestra fe y nuestra condición de miembros del Pueblo de Dios nos invitan a acoger y cultivar una vida abundante que pueda con cualquier adversidad. Una vida abundante y digna que cuidemos y procuremos para todos, con actitudes de respeto, justicia y caridad fraterna, cada vez más dispuestos a ser serviciales con los otros, comenzando por los más débiles e indefensos. Una vida abundante en la que, además de cuidar de las personas, cuidemos de toda la Creación.

Demos gracias a Dios por haber recibido la vida nueva y abundante en Cristo Jesús y por darnos anticipada la plenitud de la vida en nuestra celebración eucarística.

Amén.