2023 – Domingo de Pentecostés

“Creemos en la venida del Espíritu”

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Queridos confirmandos, hermanos y hermanas todos. Hoy se renueva el día de Pentecostés que rememoraba la lectura de los Hechos de los Apóstoles.

Para quienes recibís el sacramento de la confirmación y para toda la Iglesia, invocamos confiados al Espíritu Santo hoy. Creemos en su venida.

Como hemos escuchado en la primera carta de Pablo a los Corintios, podemos pronunciar el nombre y hacer presente a Jesús por el Espíritu Santo.

Se derrama sobre nosotros, su Iglesia, como fuego que enciende en el amor, la fe y la esperanza; cae como lluvia gratuita de lo alto, agua de alegría que regenera nuestra tierra seca y nos hace campo fértil para que dé fruto la semilla del Evangelio.

El Espíritu que recibimos nos muestra qué significa llamar Padre a Dios, como nos enseñó Jesús. Está presente para que comprendamos que el Hijo es el camino hasta el Padre; para que entendamos cómo la vida de Jesús entregada a los que no cuentan, a los despreciados por el mundo, es la manifestación del rostro del Padre y hemos de anunciar la Buena Noticia buscando, especialmente, a quienes necesitan acogida y comprensión.

Con la venida del Espíritu aprendemos cómo buscar y lograr la paz, la justicia, la libertad y la dignidad de Jesús que hemos de adquirir todos los seres humanos.

El Espíritu Santo nos muestra el camino en la verdad de Jesús buscando los bienes de arriba, la llegada del Reino de Dios. Con su luz y su impulso, vivimos la pasión de evangelizar y la esperanza viva, llenos de razones para colaborar en la construcción de la Iglesia camino del Reino de Dios.

El Espíritu Santo nos concede tener la experiencia de confianza filial de Jesús con el Padre para cuidar la justicia y la misericordia sin distracciones. El Espíritu nos concede la fortaleza de Jesús en nuestras debilidades para ser audaces y arriesgados.

El don del Espíritu Santo no solo es un nuevo bautismo de consecuencias insospechadas para cada bautizado y confirmado, sino también el impulso irrefrenable para que la Iglesia que formamos todos los miembros como un solo cuerpo, anuncie valientemente el mensaje de Jesús, la llegada del Reino de Dios en un mundo que gime con dolores como de parto.

Celebremos unidos en el banquete eucarístico la paz que nos da Jesús, como a sus apóstoles. Acojamos con fe el don del Espíritu Santo con la consigna de ser enviados como el Padre envió al Hijo. Dejemos que se produzca un nuevo Pentecostés edificando una Iglesia de comunión para la misión evangelizadora y samaritana en la diócesis de León junto a María, la madre de Jesús, Virgen del Camino.

Amén.