2022 – Solemnidad de san Marcelo

«Testigos de la Vida»

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Hermanas, hermanos. Nos hemos reunido los que, como san Marcelo, hemos sido llamados a ser testigos del Señor, testigos de la vida en abundancia. Debemos sentirnos honrados y dar gracias a Dios porque nos ha elegido.

La lectura del libro de la sabiduría nos recuerda los beneficios de que nuestra vida esté en manos de Dios. Es una dicha que tienen asegurada los justos, como Marcelo y su familia mártir. Su historia nos desvela que, a pesar del sufrimiento del martirio, no los alcanza ningún verdadero tormento. Lo que nos puede parecer pena e ignominia, no mayor que el sufrimiento de nuestro Señor Jesucristo, es su esperanza llena de inmortalidad. Con los ojos de la fe descubrimos en su martirio el resplandor de una gloria desconocida para el entendimiento humano, la del reinado de Dios, salvación de la humanidad.

Con san Marcelo, siguiendo los pasos de Cristo, bien podemos decir y cantar: “Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador”.

Hemos sido salvados por la Palabra de Dios que nos da vida, que nos libera, y que nadie puede encadenar, como hemos escuchado en la carta de Pablo a Timoteo. Palabra libre y liberadora que defiende al pobre y al inocente; que clama justicia; que infunde sabiduría, magnanimidad, amor, paciencia, fortaleza en la adversidad y, más aún, en la persecución. Palabra que aboga por la vida que vence cualquier muerte.

Palabra del Padre que es Jesucristo, por quien san Marcelo no duda en entregar su existencia terrena siéndole fiel y hoy es intercesor ante Dios, como nuestro patrono, para que León sea una ciudad de concordia y paz, de entendimiento y diálogo, de justicia y amor, de colaboración respetuosa y amistad, de unidad y fraternidad con apertura universal, de vida en abundancia.

Con fe y humildad, pedimos a san Marcelo que interceda por los leoneses y leonesas y por sus instituciones, para que León sea, con estos dones, ciudad de Dios, llena de alegría y esperanza y los cristianos seamos testigos del Señor, testigos de la Vida.