2022 – Solemnidad de san Froilán

«Froilán, pilar y aliento de renovación»

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Hermanos y hermanas. Hemos peregrinado hasta la Virgen del Camino en la festividad de san Froilán con el ánimo de continuar la andadura de esta vida superando las dificultades. Es lo que queremos lograr cada vez que nos acercamos a este lugar de confidencias y restauración de la confianza en Dios y en nosotros mismos como personas y pueblo del Camino, Iglesia peregrina.

La Virgen del Camino y san Froilán nos ofrecen la seguridad del cumplimiento de la Palabra de Dios que hemos escuchado hoy. Aquí, en esta festividad que hunde sus raíces en la historia de nuestra fe y de nuestras tradiciones y costumbres, recordamos con certeza que el Señor cuida de su rebaño y lo saca de las oscuridades.

El pueblo de Dios se asienta sobre la roca de Cristo Resucitado, piedra angular y su destino es prometedor: “pastos pingües y escogidos, pródigas dehesas”. Para llegar a la promesa nos proponemos caminar siempre juntos.

Este camino hacia los ricos pastos prometidos es confortador y hoy debemos descubrirlo como vía de renovación sinodal tomando cada vez más conciencia de que debemos estar unidos. Siguiendo el ejemplo del Señor, recojamos como Iglesia a los descarriados, vendemos a los heridos, fortalezcamos a los enfermos, guardemos a los fuertes.

El Buen Pastor quiere que hagamos este camino de renovación juntos, yendo en la misma dirección. Quiere que seamos una Iglesia de la escucha en su diversidad. Quiere que abramos las puertas a los que están fuera. Quiere que vivamos atentos al Espíritu Santo y oremos sin cesar. El Buen Pastor quiere que seamos la Iglesia de la cercanía, de la solidaridad, de la fraternidad y de la acogida.

Jesucristo el Buen Pastor encarna este pastoreo lleno de vida y consuelo que florece “junto a los ríos de la alegría”, lejos de aguas turbias de tristeza.

Vivamos y anunciemos así la alegría de la Buena Noticia del Evangelio. Para que todos comprendamos cómo Jesucristo libera del poder del mal, de la esclavitud, de la opresión, de la miseria, de la violencia, de la injusticia y nos lleva de su mano hacia el reino nuevo en el que brilla la luz del bien, la libertad, la abundancia, la paz y la justicia. Estas señales son las que hoy buscamos aquí y queremos para nosotros, para los nuestros y para todo nuestro mundo.

San Froilán, bendito patrono y buen pastor, guíanos hacia los pastos escogidos del reino de Dios. Pastos que se anticipan caminando juntos para que, siguiendo tu estela, lleguemos todos a ser la Iglesia de la cercanía, de la solidaridad, de la fraternidad y de la acogida en nombre del Señor Jesús bajo la atenta mirada de la Virgen del Camino. Amén.