Misa Ntra. Sra. de la Merced | Patrona de Instituciones Penitenciarias
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
Hermanos, hermanas, amigos todos en el Señor, nos reúne hoy aquí la celebración de la festividad de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de Instituciones Penitenciarias.
La Virgen María de la Merced siempre ha estado vinculada a la redención de los cautivos, desde la Orden que fundó san Pedro Nolasco en el siglo XIII.
Con esta advocación liberadora fundada en la misericordia, recordamos que Cristo es Redentor y nos alcanzó la verdadera libertad de hijos de Dios. Su Madre, entregada totalmente a la obra redentora de Jesús, es dispensadora de los tesoros de la redención.
La Virgen María, como nueva Judit, canta un cántico nuevo al Señor, el Magníficat, proclamando la grandeza de Dios que, movido a misericordia, auxilia a Israel, redimiéndolo de la esclavitud del mal.
El mensaje de Ntra. Sra. de la Merced hoy se dirige a todos, particularmente a vosotros, amigos del Centro Penitenciario de León, presentes aquí o en espíritu ahora: dirección, funcionarios, personal laboral, internos y sus familiares, voluntarios, Cáritas diocesana, capellán.
Cada uno desde vuestra misión y todos en la comunidad que formáis, podéis sentiros acompañados por la Virgen María, Nuestra Señora de la Merced, dispensadora de los tesoros de la redención, de la liberación de toda esclavitud, madre de consuelo y misericordia. Ella es, además, inspiradora de palabras y gestos acertados para las personas con las que trabajamos o hallamos en el camino de la vida.
A Ella le presentamos confiados cuanto os inquieta y preocupa hoy, así como las esperanzas que tenéis en el corazón. En medio de las situaciones difíciles en las que os podéis encontrar, pensad que nunca estáis solos. La ayuda de Dios y la mediación de su Madre, que nos ha dado también como nuestra Madre, como hemos escuchado en el Evangelio de hoy, es constante. Pero también la Iglesia que peregrina en León y camina con María Virgen, está con vosotros, a vuestro lado, compartiendo la fe de la buena noticia de Jesucristo que es liberación de toda esclavitud para todos los seres humanos.
A la Virgen de la Merced y del Camino nos encomendamos hoy con vosotros y vuestras familias, pues todos necesitamos de su ayuda y de los dones que a través de ella recibimos. Ella es la mejor intercesora para nuestro bien y el de las personas que nos rodean. Nuestra Señora de la Merced, ruega por nosotros y todos nuestros hermanos, tus hijos, a Dios. Amén.