2022 – Misa de Acción de Gracias | 33 Encuentro Nacional de Cofradías

Misa de Acción de Gracias | 33 Encuentro Nacional de Cofradías

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Hermanos, hermanas, papones, voluntarios, colaboradores, organizadores del 33 Encuentro Nacional de Cofradías, amigos todos en el Señor. De nuevo festejamos la Resurrección en torno al Encuentro Nacional de Cofradías. Litúrgicamente es domingo, día que actualiza este extraordinario don de la vida nueva y eterna que vamos aprendiendo a que sea nuestra fortaleza y esperanza porque Cristo vive. Está vivo y nos quiere vivos.

Así damos gracias a Dios y a los hermanos por lo que ha supuesto para nosotros y para todo León el 33 Encuentro Nacional de Cofradías.

Nuestra vida cristiana es una peregrinación hacia la vida eterna. El final orienta y da sentido al camino que recorremos. En cada hermandad y cofradía estáis llamados a vivir de este modo siempre, conscientes de que formáis parte de algo más grande, de una madre que reúne a todos y a todos quiere: la Iglesia.

La Iglesia, que tiene como modelo maternal a la Madre de Dios y de los hombres, nos convoca a la fraternidad que su Hijo Jesucristo ha traído al mundo mostrándonos el amor de Dios Padre e invitándonos a amar como Él nos ama.

Cuanto habéis hecho para preparar y desarrollar el 33 Encuentro Nacional de Cofradías es parte de vuestro camino de vida cristiana. Por eso, en primer lugar, a Dios sean dadas las gracias. Pero, además, vuestro esfuerzo, sacrificio y buen hacer es una colaboración en la misión del anuncio del Reino de Dios que va realizando cada uno desde su vocación y grupo cristiano de pertenencia: laicos, consagrados y clérigos. Caminamos juntos, como Pueblo de Dios en salida, en misión, desde distintos ámbitos y servicios misioneros.

El anuncio del Reino de Dios es el contenido de nuestra misión y de nuestras tareas evangelizadoras. En el final del año litúrgico, en este domingo previo a la Solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, en el que las lecturas que hemos escuchado nos hablan del día final, confiamos contemplar entonces “un sol de justicia y hallar salud a su sombra”. Nos acompaña la confianza de que “ni un cabello de nuestra cabeza perecerá”, si perseveramos en la esperanza trabajando con sosiego y entrega.

Una parte relevante de este anuncio del Reino está implícito en dos términos que os comenté en la Eucaristía de Clausura del Encuentro: pasión y fraternidad. Lo recuerdo hoy y reitero cuanto os dije entonces.

La pasión y la fraternidad son vida abundante y las experimentasteis en vuestra implicación para organizar, servir, apoyar, guiar y participar de muchas maneras en el Encuentro.

Este XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario prolonga la pasión y la fraternidad, pues la Iglesia celebra la VI Jornada Mundial de los Pobres con el lema: “Jesús se hizo pobre por vosotros”. No es un día para recoger dinero ni alimentos, sino para cambiar de mentalidad y vivir teniendo presentes a los pobres y comprendiendo algo más sobre la pobreza.

Es un día para aprender a pensar antes de derrochar y recordar a quienes no tienen lo indispensable para vivir. Para ir más allá de dar limosna y ser constructores de igualdad de oportunidades. Para comprometerse en el empeño de que todos puedan tener acceso a una vida digna, con esfuerzo y preparación. Para tomar conciencia de que hay una pobreza que destruye, que es la miseria hija de la injusticia y otra pobreza que construye y salva, la pobreza de abajarse como Cristo hasta la muerte en Cruz para enriquecerse de modo inimaginable.

La fraternidad cristiana, que es esencial e irrenunciable para todos vosotros conlleva esta dimensión de caridad que va más allá de cualquier campaña.

Os deseo nuevamente que Jesucristo sea cada vez más importante en vuestras vidas. Está vivo y os quiere vivos. Os ayudará a sobrellevar mejor las contrariedades y a vivir una vida abundante compartida siempre con hermanos en el seno de nuestra madre Iglesia que camina hacia el Reino de Dios con esperanza.

Enhorabuena, hermanos y hermanas, por aquellos días de Encuentro que seguís viviendo agradecidos con pasión y fraternidad en nuestro querido León. Amén.