2022 – Jueves de la XVII Semana del T.O.

Día del Misionero Diocesano

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Hermanos y hermanas, nuestra celebración está llena de motivos de acción de gracias y de alegría. Además de la jornada misionera, la Iglesia en León hace memoria de los beatos mártires dominicos presbíteros Felicísimo Díez, Lucio Martínez y Saturio Rey. Felicísimo y Saturio nacieron en Devesa de Curueño y Lucio en Vegas del Condado.

Durante el curso hemos recordado que vivimos nuestra vocación misionera a hombros de gigantes. Así hemos denominado con gratitud a los protagonistas de los aniversarios que está celebrando Obras Misionales Pontificias, tomando conciencia de que caminamos “A hombros de gigantes”, gigantes de Dios. Agradecemos los dones de san Francisco Javier, el beato Paolo Manna y la beata Paulina Jaricot, junto con los 400 años de la Congregación de Propaganda Fide. Agradecemos también hoy el don de nuestros mártires en los beatos Felicísimo, Lucio y Saturio.

En este contexto hemos querido que hoy sea un día para recordar a nuestros misioneros y misioneras, colaboradores y voluntarios de Misiones —y a sus familias, origen de su fe y vocación— en la diócesis de León, cuna de tantos hombres y mujeres llamados a la misión de anunciar el nombre de Jesucristo en muchos lugares lejanos.

Los gigantes de Dios que conmemoramos reflejan el rostro de sacerdotes, religiosos y laicos, hombres y mujeres, llamados a evangelizar, a dar a conocer el nombre de Jesús más allá de las propias fronteras, como hicieron los primeros cristianos y muchos más a lo largo de la historia.

Hombres y mujeres moldeados por Dios como el barro en manos del alfarero. Él que siempre saca de nuestro barro la mejor vasija para anunciar y testimoniar la obra de sus manos.

De este modo, muchos pueden conocer el reino de los cielos, que, como una gran red, recoge todo, de forma que el Señor después examine la libertad con la que ha obrado cada uno para invitar al banquete eterno.

Precisamente ayer conocíamos la noticia de que el Papa Francisco pasará las últimas horas de su viaje a Canadá en la tierra donde el P. Segundo Llorente, SJ, natural de Mansilla Mayor (León), fue elegido cofundador del estado de Alaska. Su hermano Amando Llorente, SJ, también fue misionero en Cuba y EE. UU. Impulsó y consolidó la Agrupación Católica Universitaria que había fundado el P. Felipe Rey de Castro, también jesuita. Los dos hermanos misioneros, de una familia misionera de Mansilla Mayor, junto con otros insignes misioneros.

Igualmente podemos hablar de Fray Miguel Ángel Cadenas Cardo, OSA, de Laguna de Negrillos, obispo misionero en la Amazonía. O el, también agustino, obispo emérito de Palencia y misionero en Bolivia, Fray Nicolás Castellanos, OSA, nacido en Mansilla del Páramo, recientemente galardonado con la Medalla al Mérito Profesional de la Junta de Castilla y León.

Cada uno de los nombres de los misioneros y misioneras de nuestra diócesis hacéis grande esta Jornada en León. Os debemos todos los diocesanos la actitud y el compromiso de ir con vosotros en la misión; de tomar parte en los duros trabajos del Evangelio que realizáis con admirable y generosa entrega. Dios, contando con todos, realizará la unión de voluntades y corazones para continuar la tarea misionera en tierras extranjeras, tanto como aquí mismo en León hay que llevar a cabo con alegría y esperanza.