2022 – Fiesta de san Juan, apóstol y evangelista

«Alegraos por la Palabra que anuncia san Juan»

✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León

Hermanos, hermanas, alegrémonos por la Palabra, el Verbo hecho carne, tal y como lo proclama san Juan, apóstol y evangelista, a quien recordamos hoy como vuestro patrono y modelo de joven seguidor de Jesús.

Como discípulos jóvenes de Jesús podéis mirar al Maestro, como Juan, con la inquietud de ir corriendo para ver y creer ante la tumba vacía. Juan nos comunica que Dios, que en muchas ocasiones y de muchas maneras había hablado antes, lo hace definitivamente por medio de su Hijo Jesucristo: el Verbo hecho hombre.

No hay palabra mayor ni más sagrada. Hasta podemos decir que el Verbo es la única Palabra pronunciada por Dios. Es verdadera garantía de redención y Palabra que da confianza en la humanidad y en su Creador. Es Palabra que brota de la tierra y del cielo mostrándonos los caminos de la salvación.

La importancia que da san Juan a la Palabra pone de manifiesto que Dios, haciéndose hombre en Jesucristo no se encierra en sí mismo, no guarda silencio, no permanece lejano, sino que, por el contrario, sale de sí, dialoga con la humanidad, se abaja hablando de tú a tú con los seres humanos.

Jesucristo no es mensajero de Dios, es su Verbo, la primera y la última Palabra del Padre. Por todo ello, la Palabra nos enseña a vivir como hombres nuevos, camino del reino nuevo, gentes de paz y buena voluntad.

Como san Juan, reclinemos la cabeza sobre el pecho de Jesús para escuchar la Palabra con atención y anunciar con nuestra vida que ella es novedad perenne, da vida y se ha ofrecido a todos para alcanzar la plenitud jamás imaginada y para construir, por medio de Ella, el mundo nuevo que anhela la humanidad entera.

Recordemos que Jesucristo, Palabra poderosa del Padre, por la que se ha hecho todo, se dirige especialmente a los débiles para aliviarles de su fatiga y opresión, mientras solo les pide tomar su yugo y aprender de Él, que es manso y humilde de corazón.

Con el Evangelio de san Juan, apóstol y evangelista, agradezcamos a Dios Padre que el Verbo hecho carne es motivo de inmensa alegría porque es luz y vida, fortaleza y sabiduría, confianza y valentía y llena de esperanza nuestra existencia humana.

Que nuestra fe se fortalezca hoy —y cada día— con la Palabra, la Verdad, el Camino, la Vida. Que con esa fortaleza demos testimonio del Verbo, Jesucristo, como san Juan, y proclamemos la paz, anunciemos la buena noticia y pregonemos la justicia, porque Dios nos ha consolado y rescatado. Contemplemos su Palabra, su gloria y su paz para ser hombres y mujeres de buena voluntad.

Amén.