2021 octubre – «Caminamos juntos como hermanos»

Queridos hermanos y hermanas:

El 3 de octubre se cumple un año de la firma de la Carta Encíclica del papa Francisco Fratelli tutti, junto a la tumba de san Francisco en Asís. En su oración final el Papa invoca a la Trinidad de amor para que derrame en nosotros el río del amor fraterno. Tengamos esta intención en nuestra oración con una alegre esperanza.

Este octubre de 2021, a punto de iniciar un camino sinodal universal, os invito a profundizar y desarrollar el mensaje de esta encíclica en nuestra vida cristina y en la Iglesia para bien de la humanidad y avance decidido hacia el Reino de Dios.

Fratelli tutti ofrece un acercamiento de amistad y fraternidad más allá de las discrepancias políticas y religiosas, de modo que se busque y logre la paz, la justicia y la dignidad de la persona humana. Algo que concretamos, por ejemplo, a través de la iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» uniéndonos el 7 de octubre a la «Jornada Mundial por el Trabajo Decente».

Con el fin de ser cada vez más instrumentos y artífices de la extraordinaria propuesta de Fratelli tutti, los miembros de la Iglesia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, hemos de experimentar entre nosotros un crecimiento de la comunión fraterna por encima de las normales diferencias, para realizar la misión que el Señor nos encomienda.

De este modo, Fratelli tutti, nuestras tareas habituales y el sínodo sobre la sinodalidad, constituyen el mismo modo de peregrinar para alcanzar el sueño misionero de que todos conozcan a Jesucristo y se encuentren con Él. Lo cual implica asumir en nuestras vidas de discípulos misioneros las actitudes de valentía, servicio y entrega del buen samaritano, es decir, de Cristo mismo.

En aras de la fraternidad, las divergencias se superarán por hechos visibles y transformadores de la persona y la sociedad que consisten en asistir, curar, acompañar y cuidar a los apaleados que sufren en las cunetas de nuestro mundo.

Necesitamos buenos samaritanos y necesitamos posadas y buenos hospederos. Hombres y mujeres convencidos de la fraternidad universal, constructores de comunión fraterna en la Iglesia, buenos samaritanos que se acercan a asistir, curar y cuidar a cualquiera que lo necesita sin poner trabas ni condiciones. Necesitamos, en definitiva, testigos del Evangelio de Jesús, promotores de la fraternidad y la amistad social resueltos a tender puentes.

Hermanos y hermanas, comencemos el mes dando un paso más en el conocimiento y la asimilación del espíritu de Fratelli tutti y dispongámonos para vivir su hondura en el camino sinodal que vamos a emprender todos unidos. Igualmente, hagámoslo en las delegaciones y sus equipos, en los arciprestazgos, en las parroquias, en las comunidades, en los movimientos, en las cofradías, en todas las instituciones, así como en el compromiso personal. No olvidemos que “es la hora de todos”.

En la proximidad de la fiesta de san Froilán, nos encomendamos a nuestro patrono, pastor, padre, hermano y amigo, para que nos inspire y aliente a caminar decididamente juntos como hermanos en la diócesis de León y en la Iglesia universal.

Con mi afecto y bendición.

 Luis Ángel de las Heras, cmf

Obispo de León