Cuantos se dejan llevar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios (Rom 8, 14)
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
En primer lugar, quiero poner de relieve la satisfacción de quienes nos hemos reunido aquí esta tarde a celebrar esta eucaristía y compartir la alegría y las expectativas de un nuevo curso académico. Enhorabuena, directores, profesores y alumnos del Centro Superior de Estudios Teológicos y de la Escuela “Beato Antero Mateo”. Enhorabuena, rectores, formadores, comunidades formativas del Seminario Diocesano “La Inmaculada y Santo Toribio” de Astorga, del Seminario San Froilán y del Seminario Redemptoris Mater Virgen del Camino.
Como sabéis, comenzar un nuevo curso nos hace despertar todas las energías para cultivar los talentos que Dios ha concedido a profesores y alumnos y a cuantos colaboran directa o indirectamente en la buena marcha del Centro Superior de Estudios Teológicos de León y de la Escuela de Formación Teológico-Pastoral “Beato Antero Mateo”.
La andadura del curso se desarrollará por lugares atrayentes y apasionantes, pero también tendrá tramos poco interesantes y desiertos exigentes.
De cualquier modo, no podemos perder de vista el objetivo de recoger frutos de sabiduría, aprendizajes, descubrimientos transformadores, relaciones humanas sanadoras, que nos ayudan en el camino de la vida según la voluntad de Dios para cada uno.
Hay quien comienza por primera vez y se suma a esta empresa de búsqueda. Es buen momento para que oremos todos por todos para recibir de Dios los dones que necesitamos.
Como dice la carta a los romanos, hemos recibido un Espíritu de hijos de adopción, un Espíritu que da testimonio de que somos herederos de Dios y, por tanto, de su sabiduría; coherederos con Cristo, por tanto, llamados a conocer y adquirir su mente y su corazón, dejando que Dios se encarne en nosotros con el modelo del Hijo. Lo cual implica cultivar el talento o los talentos con que hemos sido adornados cada uno, superando la tentación de enterrarlos, pues no hemos recibido ningún espíritu de esclavitud para recaer en el temor.
De este modo, conocemos que la auténtica sabiduría no puede ser solo fruto del trabajo sino, ante todo, gracia, iluminación, bondad de Dios que purifica y enriquece el corazón humano. En el estudio de la filosofía y la teología hay un conocimiento que confluye con la sabiduría del espíritu de Dios que sana, santifica, enriquece y da hondura a nuestra vida para ser testigos, profetas, pastores, mártires como el Beato Antero Mateo y el siervo de Dios Millán Garde, director espiritual del Seminario San Froilán durante el curso 1935-1936, que será beatificado el próximo 30 de octubre en Tortosa.
Por eso pedimos al Señor la sabiduría verdadera y profunda y nos comprometemos a conocer bien a Jesucristo, para que su muerte, resurrección e infinito amor limpie nuestro entendimiento, nuestros ojos y aliente nuestros corazones. Queremos adquirir la sabiduría de la verdad de Jesús, la que guio su vida, para que guíe también nuestra vida. Queremos que el Espíritu Santo nos inspire la mirada compasiva y amorosa sobre el mundo, sobre los gozos y esperanzas, temores y sufrimientos de nuestros hermanos y hermanas en este cambio de época.
Cultivad vuestros talentos durante este curso como siervos buenos y fieles en lo poco o en lo mucho y sed dignos de pasar al gozo del Señor. Evitad la tentación de ser negligentes y holgazanes y alejaos de todo camino que lleva a las tinieblas de la rigidez y la cerrazón.
Pidamos, para todos, apertura al Espíritu Santo para dejar que Dios se encarne en cada uno y le haga partícipe de su propia vida divina. Para que seamos hijos en el Hijo con la grandeza, luz y hermosura que descubrimos en Jesucristo. Contamos con la valiosísima intercesión de la Inmaculada Virgen del Camino, Trono de la Sabiduría y de santo Toribio, san Froilán, el Beato Antero Mateo y el Siervo de Dios Millán Garde. Que el Señor, la Madre y tan buenos intercesores os lleven de la mano en este curso y durante toda vuestra vida. Amén.