Rvdo. D. José Román Flecha Andrés
¿Cuándo volverán los Magos
sin sus pajes y camellos,
sin sus dones y regalos,
con su carga de misterio?
¿Cuando volverán los Magos
pidiendo, solo pidiendo
a los hombres que admitamos
la luz y la paz, que andemos
entre el silencio y el pasmo?
Con ellos volverá el sueño
de pueblos más hermanados,
con ellos vendrá el anhelo
de salir para encontrarnos
a la luz de los luceros.
Con ellos un mundo anclado
aprendería el secreto
de buscar en los ocasos
los caminos del desierto.
¿Cuándo volverán los Magos
sin oro, mirra ni incienso,
pero anunciando en sus pasos
el don de un corazón nuevo?
¿Cuándo vendrán preguntando
por dónde pasa el sendero
que lleva hasta los establos
donde Dios se hace pequeño,
donde madura el milagro?
Con ellos volverá el miedo
a sacudir los palacios
de los que nunca entendieron
en sus sueños de tiranos
los signos de un nuevo Reino.
Con ellos tal vez los sabios
aprendan ya sin recelos
a proclamar en un salmo
las grandezas del Eterno.
¿Cuándo volverán los Magos,
cual peregrinos inquietos?
¿Cuándo vendrán preguntando,
siguiendo la luz y el viento?
¿Cuándo volverán los Magos
para decirnos que es tiempo
de amar y creer? ¿Y cuándo
volverán, tan solo urgiendo
nuestra búsqueda, adorando?
