José Román Flecha Andrés (Diario de León, 11-II-2023)
Con estas palabras el buen samaritano de la parábola confía el herido a la atención del posadero. Con ellas encabeza el papa Francisco el mensaje para la 31ª Jornada Mundial del enfermo, que se celebrará este 11 de febrero del año 2023. He aquí algunas ideas importantes:
- La enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana. Pero, si se vive en el aislamiento y en el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana.
- A través de la experiencia de la fragilidad y de la enfermedad, podemos aprender a caminar juntos según el estilo de Dios, que es cercanía, compasión y ternura.
- La experiencia del extravío, de la enfermedad y de la debilidad no nos excluyen del pueblo de Dios, que es Padre y no quiere perder a ninguno de sus hijos por el camino. Hay que aprender de Él, para ser una comunidad que camina unida, sin dejarse contagiar por la cultura del descarte.
- Las desigualdades y los intereses de unos pocos afectan a todos los entornos humanos, de modo que resulta difícil considerar cualquier experiencia como “natural”. Todo sufrimiento tiene lugar en una “cultura” y en medio de sus contradicciones.
- Es importante reconocer la condición de soledad, de abandono. Se trata de una atrocidad que puede superarse antes que cualquier otra injusticia. Para eliminarla se necesita un momento de atención y de compasión.
- Pero en esta cultura no hay lugar para la fragilidad. Puede suceder que los demás nos abandonen, o que nos parezca que debemos abandonarlos, para no ser una carga para ellos. Así comienza la soledad, y nos envenena el sentimiento amargo de una injusticia, por el que incluso el Cielo parece cerrarse.
- Nos cuesta permanecer en paz con Dios, cuando se arruina nuestra relación con los demás y con nosotros mismos. Por eso es tan importante que toda la Iglesia se confronte con el ejemplo del buen samaritano, para convertirse en un auténtico “hospital de campaña”.
- En estas circunstancias, la misión de la Iglesia se expresa en el ejercicio del cuidado. Todos somos frágiles y vulnerables; todos necesitamos esa atención compasiva, que sabe detenerse, acercarse, curar y levantar.
- La situación de los enfermos es, por tanto, una llamada que interrumpe la indiferencia y frena el paso de quienes avanzan como si no tuvieran hermanas y hermanos.
- La Jornada Mundial del Enfermo nos invita a la oración y a la cercanía con los que sufren. También tiene como objetivo sensibilizar al pueblo de Dios, a las instituciones sanitarias y a la sociedad civil sobre una nueva forma de avanzar juntos.
«Cuida de él» (Lc 10,35) es la recomendación del samaritano al posadero. Jesús nos lo repite también a cada uno de nosotros, y al final nos exhorta: «Anda y haz tú lo mismo».