«Con gratitud y esperanza»
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
Queridas hermanas Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor —Pastorinas— y demás personas consagradas. Alcalde y miembros de la corporación municipal. Queridos hermanos sacerdotes. Queridos laicos, hermanos y hermanas.
En esta eucaristía, haciendo memoria de su Fundadora, la Beata María Ana Mogas, reconocemos la presencia y el compromiso de las Pastorinas en Valderas con gratitud y esperanza. Aunque el motivo principal de esta acción de gracias es vuestra partida de Valderas, continuáis en la diócesis, de modo que no os despedimos totalmente, si bien comprendemos que aquí lo sientan tanto.
Llegasteis a esta villa con la impronta evangelizadora de Madre Ana Mogas y, como habéis recordado, vuestra presencia en Valderas se remonta hasta hace más de cien años. Primero, en la dirección del hospital, después en el colegio con la educación de la infancia y la juventud y, en los últimos años, en la pastoral parroquial. Habéis manifestado con vuestra vida que sois evangelizadoras en cualquier lugar, edad, ocupación y circunstancia con el carisma que habéis recibido.
Hermanos y hermanas, estas mujeres consagradas a Dios, al servicio de los demás y del bien común han seguido las huellas de María Ana Mogas y nos han mostrado cómo son las santas de la puerta de al lado. Personas de Dios solícitas, silenciosas, humildes, llenas del amor que Cristo ha dado a conocer al mundo amándonos él primero. Su carisma nos recuerda que hemos de permanecer en el amor de Dios para dar de comer al hambriento, de beber al sediento, hospedar al forastero, vestir al desnudo y visitar al enfermo y al que está en la cárcel.
Continuad bendiciendo al Señor, hermanas, procurando hacer realidad en vuestra vida el evangelio de Mateo en el juicio final. Damos gracias a Dios por vuestro carisma, vuestro testimonio y vuestras obras de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Vuestra huella nos urge a un compromiso humilde por amor, para que el Señor siga obrando maravillas en Valderas con vuestra huella y vuestro recuerdo.
Que el Señor os bendiga. Y que la Madre del Divino Pastor, con su ternura, nos guíe a todos hacia los verdes pastos donde Dios regala el amor y la vida abundante.
Os decimos hoy con letras grabadas en el corazón:
«A las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, en reconocimiento por su dilatada y fructífera presencia evangelizadora en Valderas, la gratitud y el cariño sincero de los vecinos, de la parroquia de san Juan Bautista y de la diócesis de León, en la festividad de la Beata María Ana Mogas».
Amén.
