Memoria de los Santos Ángeles Custodios
✠ Luis Ángel de las Heras, CMF
Obispo de León
Cabildo de San Isidoro, hermanos sacerdotes. Sr. Subdelegado del Gobierno. Comisario Principal, Jefe Provincial de Policía y miembros de este cuerpo de seguridad del Estado. Sr. Alcalde. Autoridades civiles y militares. Familiares y amigos de los Policías cuya fiesta patronal festejamos hoy. Hermanos y hermanas todos.
En la memoria de los Santos Ángeles Custodios celebramos los patronos del Cuerpo Nacional de Policía en una asociación de ideas religiosas a la misión de este Cuerpo de Seguridad del Estado. Nos alegramos de que seáis considerados como ángeles custodios de los ciudadanos en el cuidado del orden social y la seguridad de todos.
Un orden y una seguridad que no debemos abandonar con negligencia solo en vuestras manos, puesto que el orden y la seguridad dependen de la responsabilidad de cada ciudadano en el libre ejercicio de sus derechos, así como en el fiel y cuidadoso cumplimiento de sus obligaciones.
Los seres humanos estamos llamados a convivir en paz y armonía conscientes de que nos necesitamos unos a otros para ayudarnos.
Los cristianos creemos que Dios Creador se ha ocupado de todo lo necesario para nuestra vida en un mundo maravilloso que merece la pena cuidar. Creemos en los ángeles, que dan gloria a Dios, mientras que el Creador ha querido encomendarles auxiliar a los hombres para que encontremos los caminos del bien, de la verdad y de la justicia y los recorramos con su amor para que avance el sueño de un mundo mejor y alcancemos la salvación.
La Sagrada Escritura presenta a los ángeles al servicio del bien de los seres humanos. La primera lectura que hemos escuchado, tomada del libro del Éxodo, recoge parte del llamado «código de la Alianza» de Dios con Israel, y en él se dice que Dios pone un ángel al servicio de su pueblo, cuya función es de protección y guía para que el pueblo elegido pueda entrar en la tierra prometida. Nosotros también caminamos hacia la tierra de la promesa, la Jerusalén celeste, el Reino de Dios.
Jesús habla de los ángeles, como hemos escuchado en el evangelio, cuando pone en el centro a los pequeños, que son los más grandes en el reino de los cielos. Paradoja que nos invita a reflexionar. Es la pequeñez y el respeto y cuidado de lo más humilde y sencillo lo que nos acerca a Dios y nos da garantía de acertar en nuestro trato con nuestros semejantes.
Para vosotros, miembros del Cuerpo Nacional de Policía, no puede haber mejores patronos que los Ángeles custodios, porque el servicio que prestáis a los ciudadanos se asemeja, como hemos dicho muchas veces, a la misión de los ángeles, custodiando y protegiendo a cuantos formamos parte de una sociedad a la cual servís generosa y valientemente.
Ponemos en el altar de esta Eucaristía el agradecimiento por vuestra misión de mantener el orden justo y el cuidado de las personas y su dignidad, fundamento de la paz social. Una misión que incluye exponer vuestras propias vidas para defender las de las personas que se ven amenazadas por cualquier causa.
Confiamos a la intercesión de la Virgen del Camino, de los santos Ángeles custodios y de san Isidoro vuestra tarea, vuestra vida y la de vuestras familias, pidiendo para vosotros la bendición del Señor y la custodia de sus ángeles.
Que experimentéis su cuidado e inspiración en vuestra misión y que os impulsen vientos suaves de dignidad, libertad, justicia, amor y paz que Jesucristo nos envía con el soplo de su Espíritu y la fuerza de la misericordia de Dios Padre.
Amén.
